Joaquín de los Belgas: “mis padres me han enseñado a trabajar duro”
El sobrino del rey de los Belgas protagonizó una importante polémica el pasado año durante un viaje a España por no respetar las restricciones sanitarias.
El pasado año, el príncipe Joaquín de Bélgica (29) acaparó titulares en toda Europa cuando se contagió de coronavirus en una polémica fiesta celebrada en Córdoba en la que, presuntamente, no se respetaron las restricciones establecidas por las autoridades.
En su momento, el Príncipe reconoció «no haber respetado todas las medidas de cuarentena» durante su viaje a España y pidió «disculpas» por ello, mediante un escrito. No obstante, el royal fue multado con una sanción que ascendía a 10.400 euros por no respetar la cuarentena obligatoria, aunque no hacía referencia a la polémica fiesta, cuya investigación quedó archivada por discrepancias y falta de pruebas.
El príncipe Joaquín en una imagen de archivo / Gtres
Ahora, un año después de los hechos, el Príncipe por fin se ha pronunciado sobre cómo se encuentra en estos momentos. Lo ha hecho en una entrevista en exclusiva para el periodista Wim Dehandschutter. El joven, de 29 años, acaba de graduarse en la Harvard Business School, una de las universidades más prestigiosas del mundo y reconoce que su objetivo ahora es «trabajar duro para ganarse la vida, porque es lo que ha aprendido en casa».
Hasta que se hizo pública la polémica, Joaquín de Bélgica no estaba acostumbrado a estar en el ojo público. El Príncipe reconoce que no quiere recordar ese momento y mira con ilusión al futuro. Joaquín explica que está muy contento con este nuevo paso, aunque no ha podido celebrar una graduación al uso: «solo hubo una ceremonia virtual en Harvard, que seguí desde casa en Laeken a través de una videoconferencia. Mis padres estaban allí, al igual que mis abuelos maternos, el rey Alberto y la reina Paola. Almorzamos juntos antes. Mi título de Harvard no solo es una victoria para mí, sino también para mi familia», declara.
El príncipe Joaquín en una imagen de archivo / Gtres
A pesar de que el Príncipe llevaba ya varios años trabajando, tomó la decisión de retomar los estudios. Una decisión que, si bien no ha sido difícil, sí que le ha supuesto algunos cambios: «requería un pequeño ajuste. Pero estoy acostumbrado a eso. Ya he vivido en tres continentes. Estuve en un internado inglés durante los últimos tres años de mi escuela secundaria. Después de mi servicio militar en Bélgica, hice mis estudios de licenciatura en Italia. Comencé mi carrera en Estados Unidos, en Nueva York y Miami, en el sector inmobiliario. Luego trabajé en Bruselas como analista antes de mudarme a Sudáfrica. Allí dirigí el departamento de ventas y marketing de una empresa de energías renovables. Comencé mi posgrado en Harvard para aprender de otros estudiantes que también tenían años de experiencia laboral», sentencia.
Joaquín de Bélgica considera que esta nueva experiencia ha sido muy enriquecedora para él: «estaba en una clase con 93 estudiantes de todo mundo, lo cual fue muy positivo para mí. Al terminar las clases participaba en varias actividades, como el equipo de rugby o de fútbol.» En esta última etapa, el sobrino del rey Felipe ha recibido la visita de varios de sus familiares, como sus padres y sus hermanos, que le han apoyado mucho en esta andadura.
El hijo de la princesa Astrid en una imagen de su adolescencia / Gtres
A diferencia de lo que ocurre con los hijos del anterior jefe del Estado -por un acuerdo especial al que llegó el rey Alberto-, Joaquín no va a recibir ningún tipo de subvención del Gobierno, sino que tendrá que trabajar para ganarse la vida. «Mis padres me enseñaron la importancia del trabajo duro desde una edad temprana.» El Príncipe tiene la intención de volcarse en el mundo de las finanzas: «me centraré en el sector de la inversión. Y tal vez pueda poner en marcha mi propia empresa a largo plazo.»