De Felipe VI a Luis Alfonso de Borbón: ¿quiénes pueden suceder a la reina Isabel?
El pasado año se conmemoró el doscientos aniversario del nacimiento de una de las monarcas más importantes y longevas del mundo -con permiso de la reina Isabel de Inglaterra-. La reina Victoria tiene, entre sus muchas hazañas, una que destaca especialmente sobre el resto. Gracias a las numerosas alianzas matrimoniales que logró forjar en Europa, a día de hoy, casi todas las familias reales del viejo continente tienen un vínculo con los Windsor y , de hecho, cuentan con pretendientes al trono que algún día espera ocupar el príncipe de Gales.
Es cierto que ahora la sucesión británica está más que asegurada con el príncipe Carlos, el duque de Cambridge y sus hijos, además del resto de familiares que se ubican en los puestos siguientes pero, en el caso de que algún tipo de desastre acabara con los aspirantes británicos, la realidad es que siempre habría en Europa algún descendiente de la reina Victoria dispuesto a hacerse cargo de las obligaciones que conlleva el cargo.
Y es que prácticamente todos los representantes de las monarquías europeas guardan relación con los Windsor, gracias a la labor de la reina Victoria y las alianzas matrimoniales que concertó entre sus descendientes. Una práctica que ahora ya no se lleva a cabo pero que, vista con perspectiva, supone una maniobra magistral por parte de la tatarabuela de la reina Isabel.
Hasta el puesto 79, la sucesión está encuadrada en familiares más o menos directos de la reina Isabel, pero después salta a la Familia Real de Noruega, con el rey Harald a la cabeza. Carlos Gustavo de Suecia y su familia también se encuentran en el ránking, en el que Magdalena de Suecia queda excluida por haber contraído matrimonio con el católico Chris O’Neill. Algo similar le ocurre a la hija de Carolina de Mónaco y Ernesto de Hannover. La princesa Alexandra ocupaba hasta hace poco el puesto 411, pero al convertirse al catolicismo ya no puede optar a ser reina de Inglaterra, una posición destinada a anglicanos ya que el monarca es a su vez cabeza de la Iglesia.
Más lejos en la lista se ubican los reyes de Holanda (900) o los de Bélgica (1080), incluso el propio Felipe VI, que ocupa el puesto 567, que no está nada mal si lo comparamos con el de otros royals como los de Dinamarca o Luxemburgo.
Precisamente en la línea danesa encontramos a la reina Margarita y su familia que, a su vez, guardan relación con la Casa Real Sueca por su vínculo con Luisa de Suecia. El caso de Ana María de Grecia es especialmente llamativo, ya que tuvo que renunciar a sus derechos sucesorios para casarse con Constantino, aunque sus hijos podrían reclamarlos.
En España, además del rey Felipe y sus hijas, no podemos olvidarnos de los otros descendientes de Alfonso XIII y Victoria Eugenia de Battenberg, como Luis Alfonso de Borbón o Alessandro Lequio, aunque sus posibilidades resultan, cuanto menos, remotas.