La evolución del rostro de la Reina Letizia a través de estos 50 años
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A sus 50 años recién cumplidos, la Reina Letizia puede presumir de contar con un rostro terso y envidiable que no pasa desapercibido en cada una de sus apariciones públicas. La cara de la consorte poco tiene que ver con la que lucía cuando se dio el “sí, quiero” con el entonces Príncipe de Asturias, lo que demuestra que la esposa del Rey Felipe sigue a rajatabla una serie de tratamientos y cuidados para mantener su piel de la mejor manera posible, y que ésta no sea vea afectada pese al paso del tiempo.
Aunque no han trascendido los retoques estéticos a los que Doña Letizia hubiera podido someterse desde su ingreso en la Familia Real, lo cierto es que LOOK ha comparado una serie de imágenes del antes y el después de la madre de la Princesa Leonor en las que, ya sea por el paso del tiempo o por ayuda del bisturí, se evidencia un considerable cambio en algunos de los rasgos físicos de la Reina.
Hace falta remontarse al año 2001 para recordar a la entonces periodista Letizia Ortiz ejerciendo como perfecta maestra de ceremonias del telediario de Televisión Española. Un momento de lo más especial en su carrera profesional en el que la comunicadora mostraba su imagen más natural, con unas facciones muy marcadas, hoyuelos y una forma en su nariz peculiar. De hecho, esto último es sabido que le llegó a crear cierto complejo, hasta tal punto de dar un paso al frente y someterse a una rinoplastia para dejar esta zona de su rostro más discreta y con una forma menos prominente. Un resultado que ha encajado a la perfección en su cara, siendo casi imposible notar el cambio dada la buena sintonía que éste ha producido en la fina forma de su faz.
Unos años después, la imagen de la esposa del monarca volvía a dar un giro de 180 grados. Su rostro lucía mucho más redondo de lo habitual, y también contaba con un prominente aumento de labios que puede ser fruto del bótox, al cual podría estar sometiéndose hasta tres veces al año para evitar que algunos imperfectos, como las arrugas, puedan aparecer en su rostro. Algo que también se puede suprimir gracias al ácido hialurónico, un componente clave para rellenar las líneas de expresión y dar un toque más juvenil, favorecedor y luminoso a la cara de quien hace uso de ello.
Lo que también ha ayudado a que la Reina Letizia se vea mucho más adaptada a las nuevas tendencias en imagen son, sin duda, sus cambios de look. La consorte ha sabido evolucionar a la par que las modas, sabiendo combinar la forma de su cara con algunos cortes favorecedores como el bob y ligeros reflejos más claros de su color base de cabello. Una manera de demostrar que está a la última, y que sabe sacarse el máximo partido no solo gracias a factores externos, sino a una dieta saludable y ejercicio diario por el que luce una figura tonificada y esbelta.