Enrique y Guillermo: las diferencias de su relación en la despedida de Isabel II y Felipe de Edimburgo
El próximo encuentro entre los príncipes Guillermo y Enrique, antes del funeral y sin sus esposas
Vigilia de los Príncipes: las curiosidades que han envuelto a la solemne ceremonia
Enrique y Meghan no están solos: el círculo de amigos que la pareja aún conserva en Reino Unido
Londres se paraliza en el último paseo de su Reina
El pasado 8 de septiembre, Isabel II falleció en Balmoral tras varios meses de preocupación por su salud. En el momento en el que la noticia saltó al mundo, comenzó a llevarse a cabo una operación pensada al milímetro desde hacía años para proceder a su último adiós. Después varios días de despedidas, recorridos por las calles de Londres y vigilias por parte de la Familia Real, el lunes se celebrará el funeral de estado para despedir, para siempre, a la Reina más longeva de la historia.
Sin embargo, ha habido cambios de última hora. Pese a que la Vigilia de los Príncipes celebrada ayer se esperaba que fuera la última, lo cierto es que hoy ha tenido lugar una tercera en la que los nietos de la soberana han sido los protagonistas. Los príncipes Guillermo y Enrique han sido los encargados de encabezar la solemne reunión ceremonia junto a los restos mortales de Isabel II en Westminster, acompañados de los otros seis nietos de Isabel II: las princesas Beatriz y Eugenia de York, Zara Tindall y Peter Phillips, y Louise y James. Se trata de la primera vez que los nietos de la Reina se han reunido desde su fallecimiento, dejando para el recuerdo unas emotivas imágenes de unión y familiaridad.
De la separación a la complicidad
Sin embargo, quienes han acaparado toda la atención, como era de esperar, han sido los príncipes Enrique y Guillermo. Más unidos que nunca, los hermanos no han dudado en mostrar su complicidad y un notable acercamiento respecto al último año, en el que sus diferencias han superado al vínculo de sangre que mantienen. Y es que, en comparación con el funeral de Felipe de Edimburgo, su actitud respecto a su relación familiar ha dado un giro de 180 grados.
Fue el pasado mes de abril cuando falleció el duque de Edimburgo y, aunque se esperaba que su pérdida uniría de nuevo a los príncipes, nada más lejos de la realidad. Enrique y Guillermo participaron en el cortejo fúnebre, pero lo hicieron separados por su primo Peter Phillips, hijo de la princesa Ana. Un claro gesto que evidencia que entre ellos las relaciones no han vuelto a ser las mismas. Y es que, aunque las reglas de protocolo establecían que el duque de Cambridge y el duque de Sussex debían caminar uno al lado de otro, finalmente se decidió que no ocupasen las mismas posiciones a la hora de despedirse de su abuelo.
Reencuentros previos al último adiós
Debido al estado de alarma sanitaria provocada por el coronavirus, los días previos al sepelio de Felipe de Edimburgo no se produjo ningún reencuentro familiar. El príncipe Harry viajó desde Los Ángeles y tuvo que guardar cuarentena para evitar riesgos, por lo que fue en el propio funeral cuando el marido de Meghan Markle se reencontró con su hermano y el resto de miembros de la Familia Real. La primera vez que se reunía con los integrantes de ‘La Firma’ desde que se confirmó su salida.
En cambio, en esta ocasión ha sido diferente. Días después del fallecimiento de la Reina, los príncipes de Gales y los duques de Sussex aparecieron juntos en el Castillo de Windsor para agradecer las muestras de cariño y los tributos de los británicos hacia la monarca. Una escena que dejó clara una reconciliación tras unos meses muy complicados, en los que Enrique y Meghan no han dudado en lanzar varios dardos envenenados a Palacio. Durante el paseo, los hermanos se mostraron más unidos que nunca, a diferencia del año pasado, llegando incluso a ser iniciativa de Guillermo el invitar a su hermano y a su cuñada a esta salida. Un reencuentro que se suma al de hoy, el segundo antes del día del funeral.
Los mediáticos uniformes militares
Y por último, pero no menos importante, ha habido una gran diferencia que no ha pasado desapercibida. En el funeral de Felipe de Edimburgo, Isabel II tomó una decisión muy comentada con el objetivo de no evidenciar, aún más, la brecha abierta con el príncipe Harry. Al parecer, la monarca prohibió vestir el uniforme militar a los miembros de la Familia Real, pues su nieto no podía lucirlo debido a que tiene retirado los honores tras su salida de la monarquía. En aquel entonces, los príncipes escogieron un traje donde llevar las condecoraciones militares y medallas, evitando así una clara diferenciación con el hijo pequeño de Diana de Gales.
Y, aunque estos días de ceremonias en honor a Isabel II, el príncipe Enrique ha lucido trajes, lo cierto es que hoy las cosas han cambiado y, por primera vez, el marido de Meghan Markle ha lucido por primera vez el uniforme militar por deseo expreso del Rey Carlos III. Un gesto cargado de significado y que marca una gran diferencia con respecto al funeral del duque de Edimburgo, además de un gesto de igualdad respecto a su hermano Guillermo. Y es que, se trata de la primera vez que el príncipe viste con el uniforme desde el pasado 2020, cuando apareció en el Festival de Música de MountBatten con su uniforme de la Marina, negro y rojo, en la que fue su última vez.