La emoción de la Reina Sofía en el desembarco de la Legión en Málaga
La Reina Sofía está disfrutando de la Semana Santa malagueña
La madre del Rey Felipe VI ha sido testigo este jueves del desembarco de la Legión
La emérito ha acudido al acto junto a su hermana Irene
La Reina Sofía no ha puesto pausa a su agenda oficial esta Semana Santa. Mientras los Reyes, Felipe y Letizia, disfrutarán de unos días de descanso junto a sus hijas, la princesa Leonor y la infanta Sofía, la emérita y su hermana, la princesa Irene, se han trasladado hasta Málaga para presidir, por primera vez, el desembarco del Cristo de la Buena Muerte en el puerto de la ciudad andaluza.
Ha sido alrededor de las diez de la mañana cuando Doña Sofía e Irene de Grecia han hecho su aparición en una tradición casi centenaria que ninguna de las dos había visto nunca en persona. Y es que aunque el Rey Felipe VI fue testigo en 1996, cuando aún era príncipe, lo cierto es que hasta hoy ningún miembro de la Familia Real española había vuelto a acudir a este acto que entrona al conocido como Cristo de Mena a hombros de los legionarios hasta su trono procesional. No será hasta las 19:45 horas, si la lluvia lo permite, cuando el Cristo salga de su Casa Hermandad para desfilar junto a los legionarios por algunas de las principales arterias de Málaga.
Doña Sofía se ha mostrado visiblemente emocionada mientras los legionarios entonaban el Novio de la muerte, himno del Jueves Santo malagueño, antes de desembarcar del buque Contramaestre Casado de la Armada. Más tarde, la madre del Rey Felipe VI también ha pasado revista a las tropas. Algo que rara vez la hemos visto hacer por no participar en solitario en actos castrenses. Esta función ha recaído en Doña Sofía hoy al ser la máxima autoridad civil o militar presente en el lugar. «Para la Legión es un tremendo orgullo y un honor tener aquí a nuestra Reina», ha declarado un legionario a pie de calle a Televisión Española, sobre este momento.
Tras esto, Doña Sofía ha abandonado el puerto, junto a su hermana, para poner rumbo, en su coche oficial, hasta la plaza de Fray Alonso de Santo Tomás, donde estaba previsto que continuaran los actos solemnes en la iglesia de Santo Domingo. Para la ocasión, la Reina Sofía ha optado por un estilismo de lo más elegante, compuesto por una chaqueta de pata de gallo en blanco y negro, con solapa y botonadura a constrate, y unos pantalones de perneras amplias. Doña Sofía ha completado su estilismo con una capa y un gran paraguas para protegerse del temporal delluvia y mal tiempo que está azotando la ciudad, y unos botines de tacón.