La despedida más especial del rey Juan Carlos
El padre de Felipe VI dice adiós a la vida institucional con uno de sus actos más entrañables.
Decir adiós nunca es fácil, pero sabe mejor si se hace por la puerta grande. Y así es como va a hacerlo el rey don Juan Carlos, en el más literal de los sentidos. El padre de Felipe VI anunció el pasado día 27 de mayo su intención de retirarse de manera definitiva de la vida pública. Una decisión meditada que iba a llevarse a cabo en una fecha concreta, el 2 de junio. Un día muy especial para el monarca, no solo porque se cumplen cinco años del anuncio de su abdicación, sino porque don Juan Carlos tiene previsto presidir la reinauguración de la plaza de toros de Aranjuez, donde va a celebrarse una corrida en homenaje a su madre, de quien heredó su pasión por la Fiesta Nacional.
La condesa de Barcelona en una imagen de archivo / Gtres
Aunque su presencia en el coso de la localidad madrileña estaba prevista desde hacía varias semanas, cuando se tuvo constancia de esto hecho, nada hacía presagiar que el monarca tenía la intención de anunciar su retirada de la vida institucional. Sí se sabía que la jornada coincidía con el quinto aniversario de su abdicación y que, por tanto, podría ser un buen momento para hacer balance de la situación, pero quizás tampoco él había pensado aún en retirarse. Sea como fuere, lo cierto es que el padre de Felipe VI no podría haber escogido un momento mejor.
Un día histórico
Lo que ya de por sí iba a ser un día para el recuerdo tiene todos los visos de convertirse en una jornada histórica. Y es que el festejo de Aranjuez va a concentrar varios factores. Por un lado, la reinauguración de un coso que es una auténtica joya del siglo XVII y que ha sido rehabilitada respetando su esencia original. Una plaza que, junto a las de Ronda, Béjar o La Maestranza de Sevilla es una de las más antiguas de España. A esto hay que sumarle un cartel de lujo, con figuras de la talla de Morante de la Puebla, José María Manzanares y El Juli y toros de la ganadería de Jandilla.
Sin embargo, lo más importante es que la Casa Real decidió convertir este evento en un homenaje a doña María de las Mercedes de Borbón, gran aficionada a los toros y de quien el monarca heredó su pasión por este arte. De hecho, la condesa de Barcelona disfrutó de la Fiesta Nacional hasta los últimos días de su vida y no era extraño verla en las plazas en silla de ruedas para presenciar la faena de alguno de sus favoritos, como Curro Romero.
El rey Juan Carlos en una imagen de archivo / Gtres
Ante don Juan Carlos se presenta la ocasión perfecta para despedirse ‘por la puerta grande’. Si en su abdicación no tuvo la oportunidad de celebrar un adiós por todo lo alto, y ni siquiera estuvo presente en la proclamación de su hijo, ahora, cinco años después, el padre de Felipe VI puede festejar su adiós del ‘ruedo institucional’ de una forma mucho más suya. Con un homenaje a su madre y disfrutando de una de sus grandes pasiones.