Cierre de filas: la estrategia de la reina Isabel para limpiar la imagen de la Corona
Los duques de Cambridge han acompañado a Carlos de Inglaterra y Camilla a un acto insólito en la historia reciente
Nuevo paso decisivo de la reina Isabel por el bien de la Corona. Después de unos meses de idas y venidas en los que la inestabilidad y los escándalos han sido constantes en la institución, parece que la soberana ha dado un paso hacia adelante en pos del futuro. A pesar de que la cuestión del príncipe Andrés no está resuelta y de que los duques de Sussex ya han comenzado su nuevo camino alejados de Londres, el ritmo de la Monarquía continúa, y así lo ha demostrado el último acto conjunto de los duques de Cambridge junto al príncipe Carlos y Camilla Parker-Bowles.
Kate y Guillermo han acompañado al heredero de la Corona y a la duquesa de Cornualles a una visita al Centro Nacional de Rehabilitación de Defensa en Loughborough, situado en el condado de Leicester. Una institución que se dedica a prestar apoyo a miembros de las Fuerzas Armadas y que el propio Guillermo ayudó a fundar en 2018.
Para esta cita, la duquesa de Cambridge ha hecho un guiño muy especial a la que se ha convertido en su firma de cabecera, Alexander McQueen. Y es que hoy se celebraba el aniversario de la muerte del diseñador, fallecido un año antes del enlace de los Duques. Kate ha lucido un conjunto de inspiración militar en color azul -muy apropiado para la ocasión- compuesto por chaqueta y falda midi. Lo ha completado con botas de tacón y clutch a tono. Como joyas ha lucido unos sencillos pendientes de Kiki McDonough que se veían a la perfección gracias al semirrecogido por el que ha optado para el cabello, así como su sortija de compromiso. Por su parte, la duquesa de Cornualles ha preferido el color verde y ha lucido un abrigo firmado por Mr Roy.
Es muy poco habitual que los Cambridge participen en un acto conjunto con el príncipe de Gales y su esposa, más allá de los eventos familiares o las citas a las que acuden más miembros del clan Windsor. De hecho, es necesario remontarse a finales de 2011 para encontrar imágenes de un evento en el que estuvieran solas las dos parejas cuando, poco después de la boda de Kate y Guillermo, Carlos y Camilla les acompañaron a un concierto en Londres. Algo parecido ocurrió tras la boda de Harry y Meghan , solo que fue apenas unos días después, coincidiendo con las celebraciones por el cumpleaños del heredero.
Ahora, dadas las circunstancias por las que pasa la Institución, no resulta extraño que la Reina -o bien el propio Carlos- hayan considerado que la manera de reforzar la imagen de la monarquía pueda pasar por un mayor número de apariciones conjuntas de los miembros que en un futuro cercano están llamados a ocupar el papel principal en el desarrollo de la Corona, esto es, el príncipe de Gales y su heredero más directo.