El príncipe Andrés y Sarah Ferguson, obligados a renunciar a su única propiedad por deudas
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El príncipe Andrés atraviesa uno de sus momentos más delicados. A la demanda de Virginia Giuffre por presunto abuso cuando era una menor se suma la mala división que esto ha generado dentro de su familia y ahora ciertos problemas económicos, según apuntan algunos medios británicos. Al parecer, el hijo predilecto de la reina Isabel se ha visto obligado a liquidar una de sus propiedades predilectas, debido a una deuda que contrajo con su exmujer, Sarah Ferguson.
Tal como apunta el diario The Sunday Times, el duque de York ha llegado a un acuerdo con la socialité francesa Isabel de Rouvre, que hace algún tiempo demandó al Príncipe y a Sarah Ferguson por una deuda de más de 7 millones de euros por su chalé de esquí en la localidad suiza de Verbier. Según parece, la pareja ha encontrado comprador para la propiedad, que alcanza un precio de 20 millones de euros.
La francesa, que tiene ahora 74 años, vendió el chalé a los Duques en 2014 por un importe equivalente a 20 millones de euros. En aquel momento, el Príncipe y Sarah Ferguson solicitaron una hipoteca de cerca de 15 millones para hacer frente al pago y el resto acordaron abonarlo en metálico, la mitad cada uno. En teoría, iban a ir pagándolo en un período de cinco años y la fecha tope era diciembre de 2019, momento en el que la pareja habría debido abonar a la francesa algo más de 7 millones por la deuda más los intereses, ya que no ha quedado claro si alguno de los dos ha abonado alguna cantidad en este tiempo. Sin embargo, al no cumplirse con las expectativas, el pasado año la socialité presentó una demanda alegando que la deuda seguía pendiente.
Una demanda que al entorno del duque de York y su exmujer pilló por sorpresa, pero también al de la francesa ya que Isabelle de Rouvre, que estuvo casada con exmagnate de la Fórmula 1, era amiga personal de la pareja e incluso les prestaba la casa antes de que se comprometieran a comprarla. Fuentes cercanas han declarado al diario The Sun que a la francesa “se le acabó la paciencia y que ahora ya no son muy amigos”.
Esta noticia se produce en un momento especialmente difícil para el duque de York, que se encuentra completamente alejado de las tareas de representación de la Corona a raíz de su vinculación con el caso Epstein, más aún después de la demanda directa de Virginia Giuffre. En la actualidad, la situación del príncipe Andrés es especialmente crítica ya que no tiene más ingresos que la modesta pensión de la Marina -apenas 23.000 euros al año- y lo que le quiera dar a título privado la reina Isabel (dicen que le aporta cerca de 290.000 euros).
Cuando la pareja adquirió la casa, su objetivo es que la vivienda, ubicada en una de las zonas más exclusivas de la estación, fuera una suerte de colchón para las dos hijas del príncipe Andrés y Fergie, las princesas Beatriz y Eugenia. Así lo confirmó una fuente cercana al diario Daily Mail. Sin embargo, parece que no va a poder ser así.