15 años del Sapphire London, el vestido que convirtió a Kate Middleton en icono global
Kate Middleton causó un fenómeno global al anunciar su compromiso con el príncipe Guillermo
Lució un vestido azul de Issa, agotándolo en horas y generando gran estrés a su diseñadora
El vestido azul sigue siendo un símbolo del "efecto Kate" y de la influencia duradera de la duquesa en la moda

Han pasado 15 años desde aquel icónico día de noviembre de 2010, cuando Kate Middleton anunció su compromiso con el príncipe William ante el mundo. Para la ocasión, la entonces novia del heredero al trono británico eligió un elegante vestido azul de seda con fruncido central, diseñado por la brasileña Daniella Helayel para su marca Issa London. El modelo, bautizado como Sapphire London, no solo complementaba a la perfección el anillo de compromiso que William había heredado de su madre, Lady Diana, sino que desató lo que rápidamente se conocería como el «efecto Kate», un fenómeno capaz de transformar cualquier prenda en un éxito inmediato.
El vestido, de apariencia sencilla pero de corte impecable, se convirtió en un verdadero hito de la moda. Menos de 24 horas después del anuncio oficial, el Sapphire London se agotó en todas las tiendas que lo comercializaban, incluyendo el retailer británico Harvey Nichols. La avalancha de pedidos fue tan abrumadora que la pequeña firma británica, con apenas 25 empleados y tres cortadores de patrones, se vio completamente desbordada. La diseñadora Daniella Helayel recordó más tarde que la demanda masiva provocó estrés extremo y graves dificultades financieras, hasta el punto de que, pese a la popularidad mundial de sus diseños, Issa London cerró sus puertas cinco años después.

El príncipe Guillermo y Kate Middleton en el anuncio de su compromiso. (Foto: Gtres)
«Issa era una marca nicho. Teníamos clientes fieles, pero en 2008 y 2009 atravesamos problemas serios, y cuando Kate se puso ese vestido, todo cambió», confesó Helayel en una entrevista. La repercusión del vestido fue inmediata: los teléfonos no dejaban de sonar, los pedidos se multiplicaban y la fábrica exigía pagos urgentes. Incluso aparecieron potenciales inversores, como Camilla Al-Fayed, hija del magnate Mohamed Al Fayed, dispuesta a comprar una parte de la empresa, pero la presión sobre la diseñadora fue tan intensa que renunció a su cargo en 2013, con el cabello blanqueado por el estrés.
En 2018, el legendario diseño azul de Issa volvió a estar disponible bajo el nombre Kate Tie Wrap Dress en la tienda House of Fraser, con un precio mucho más asequible (alrededor de 140 USD). Se ofreció en tonos como verde esmeralda y también en versiones rediseñadas en negro, azul real o rojo. La diseñadora Daniella Helayel, quien tras el cierre de Issa fundó su nueva marca DHELA, explicó entonces que seguía fiel a su filosofía original: crear piezas elegantes, favorecedoras y alegres para mujeres.




El príncipe Guillermo y Kate Middleton en el anuncio de su compromiso. (Foto: Gtres)
Con todo, el impacto de aquel vestido no solo cambió la carrera de la diseñadora, sino también marcó un hito en la historia de la moda real. Kate Middleton, que desde sus días en la Universidad de St. Andrews ya había capturado la atención de Guillermo, logró consolidar su estatus como ícono de estilo global con una elección que combinaba elegancia, sobriedad y un valor simbólico único. El azul del vestido coincidía con el zafiro del anillo de compromiso de Lady Diana, creando una armonía visual que quedó grabada en la memoria colectiva.
El momento fue también significativo desde la perspectiva personal y familiar. El príncipe Guillermo había planeado cuidadosamente su propuesta durante un safari en Kenia, asegurándose de elegir un lugar privado y especial, Ngwesi Lodge, donde Kate recibió la sorpresa de su vida. La pedida de mano no solo simbolizaba su unión, sino también la continuidad de la familia real británica y el respeto por el legado de Diana. Desde entonces, la pareja ha formado una familia numerosa y ha enfrentado desafíos públicos y privados, incluyendo la enfermedad de Kate, mientras mantienen un estilo de vida que combina discreción y compromiso con sus deberes reales.