Vídeos, infracciones y silencio: la cara B del viaje de Alejandra Rubio y Carlo a Ibiza

Durante sus recientes vacaciones en Ibiza, Alejandra Rubio ha vuelto a estar en el centro del huracán mediático, y no precisamente por sus momentos familiares o por los paisajes paradisíacos de la isla. La hija de Terelu Campos, acompañada por su pareja Carlo Costanzia y su hijo en común, ha protagonizado una serie de situaciones que podrían considerarse como infracciones y conductas poco responsables, generando un aluvión de críticas tanto en redes sociales como en medios de comunicación. 

Uno de los hechos más comentados ha sido la circulación de Alejandra Rubio al mando de un quad por diversas zonas de Ibiza. En un vídeo compartido en redes sociales, se puede ver a la joven conduciendo el vehículo mientras Carlo Costanzia graba desde la parte trasera. Lo que parece una simple actividad vacacional ha acabado desatando la polémica. ¿El motivo? En las imágenes se puede apreciar que ni Alejandra ni Carlo llevaban casco, un detalle que no ha pasado desapercibido. Cabe recordar que el uso del casco es obligatorio tanto para el conductor como para el acompañante en este tipo de vehículos, y su incumplimiento constituye una infracción grave de tráfico, que puede suponer multas considerables y la retirada de puntos del carnet de conducir.

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Una publicación compartida de Alejandra Rubio (LEX) (@alerubioc)

A ello se suma la actitud despreocupada con la que ambos comparten el momento, como si ignoraran la responsabilidad que implica ser figuras públicas. Mientras que algunos de sus seguidores han celebrado el vídeo como una muestra de diversión y aventura, muchos otros lo han interpretado como un acto de imprudencia. Las críticas más severas apuntan especialmente a Alejandra, quien, como madre reciente, debería ser aún más cautelosa en sus decisiones y comportamientos. Además, no han faltado las voces que cuestionan si tanto ella como Carlo cuentan con el permiso adecuado para conducir un quad. Aunque este extremo no ha sido confirmado oficialmente, la falta de explicaciones por parte de la pareja ha avivado las sospechas y el debate en redes sociales.

Pero este no ha sido el único incidente durante sus días en la isla pitiusa. En otra jornada de sus vacaciones, Alejandra y Carlo decidieron hacer una escapada en coche junto a su mascota. Hasta ahí, todo parece en orden, salvo por un detalle que tampoco ha pasado desapercibido: el perro viajaba en el vehículo sin ningún tipo de sujeción ni medidas de seguridad. Según el Reglamento General de Circulación, los animales deben ir correctamente sujetos dentro del coche para evitar distracciones o accidentes, y no cumplir con esta normativa también conlleva sanciones económicas. Además, las fotografías tomadas por los paparazzis muestran claramente cómo el animal iba de un lado a otro sin protección.