El privilegio de casarse con Tamara Falcó: lujo a coste 0 en un resort de 1.500 euros la noche
La fortuna de Íñigo radica en que, gracias a los 1,5 millones de seguidores de Tamara, él también se beneficia de viajes VIP
El empresario puede disfrutar de un estilo de vida que, de otro modo, podría ser financieramente inaccesible
La última escapada es el Raffles Seychelles, un resort ubicado en la idílica costa norte de la isla Praslin
Tamara Falcó está viviendo la vida que muchos soñarían, con su cuenta bancaria tan sonriente como ella. Joven, famosa y con una fortuna que haría palidecer a más de uno, se ha convertido en un miembro destacado de la ‘jet set’ española. Como hija única de Isabel Preysler y Carlos Falcó, marqués de Griñón, Tamara heredó no solo el apellido sino también el título nobiliario tras el fallecimiento de su padre en marzo de 2020. Ahora, la marquesa de Griñón no solo lleva con orgullo su título, sino que también ha construido un imperio propio.
¿Y cómo lo ha hecho? Pues, por donde empieces a contar, ella ha demostrado tener más de un as bajo la manga. Su faceta como diseñadora, con la marca TFP by Tamara Falcó para Pedro del Hierro, es solo uno de sus múltiples logros. Y, por si esto fuera poco, también se embolsa unos buenos varios de miles euros mensuales por sus apariciones en El Hormiguero, donde no se mueve por menos de 2.500 euros por cada vez que aparece en pantalla. Tampoco olvidemos su paso por Masterchef Celebrity 4 en 2019, donde cada programa le dejó 15.000 euros en el bolsillo, sumando un total de 195.000 euros por las trece entregas en las que participó. Ah, y por si alguien lo dudaba, también tiene su propio documental en Netflix y está lista para debutar como jueza en la próxima temporada de Got Talent España. Y eso no es todo, porque como buena millennial, Tamara ha encontrado en las redes sociales una mina de oro como influencer. Y aquí es donde la historia se pone interesante.
Desde que encontró el amor en Íñigo Onieva, no han dejado de recorrer el mundo juntos, mostrando a todos sus seguidores cómo es vivir la vida en su máxima expresión. París, Venecia, Sudáfrica, Zambia… y ahora, las Seychelles. Sí, ese paraíso en la tierra, con playas que parecen sacadas de una postal y experiencias únicas como nadar junto a tortugas centenarias. Pero, claro, no todo es oro lo que reluce, o al menos no para Tamara. Porque detrás de cada una de esas fotos idílicas en Instagram, donde muestra su estancia en lujosos hoteles, podría haber un acuerdo económico.
Resulta que Tamara, como buena creadora de contenido, podría estar promocionando esos lugares a cambio de no pagar ni un euro por su estancia. Publicaciones en su perfil, varios stories, y voilà, la estancia está pagada. Pero no es solo Tamara la que sale ganando en esta ecuación. Su marido, Íñigo, que si bien tiene lo suyo, no cuenta con el mismo respaldo financiero, también disfruta de estos lujos gracias a las colaboraciones de su esposa.
Tamara Falcó e Íñigo Onieva: vacaciones a todo tren por los ‘likes’
En su último viaje, Tamara Falcó e Íñigo Onieva han vuelto a demostrar que vivir bien es un arte, y ellos lo dominan a la perfección. Tras un vuelo que, imaginamos, debió ser agotador (o al menos, todo lo agotador que puede ser volar en primera clase), la pareja fue recibida en el aeropuerto con un helicóptero privado que los llevó directamente a su destino: el exclusivo Raffles Seychelles. Este resort, situado en la idílica costa norte de Praslin, la segunda isla más grande del archipiélago, es el epítome del lujo tropical.
Y aquí es donde la jugada maestra de Tamara entra en acción. Que estemos escribiendo sobre este lugar ya es un buen negocio para el hotel, y no nos cabe duda de que es parte de la estrategia. La hermana de Enrique Iglesias consigue que hablemos de sus vacaciones de ensueño, el hotel obtiene publicidad en la prensa y en las redes, y todos contentos. Alojarse en este lugar no es precisamente barato. En temporada alta, el precio de una habitación ronda los 1500 euros por noche, y en temporada baja, como noviembre, unos 900 euros.
Ahora, si alguien pensaba que esto era solo un viaje romántico, piénselo de nuevo. Con casi 1,5 millones de seguidores en Instagram, Tamara está claramente aprovechando la ocasión para promocionar el resort, mientras que Íñigo, con sus 146 mil seguidores, simplemente se beneficia de la fama de su esposa. Y todos sabemos que, en el mundo del influencer marketing, eso es lo que realmente importa.
De clases de cocina criolla a alimentar tortugas gigantes
Tamara Falcó nos ha mantenido al tanto de sus fabulosas vacaciones, casi como si fuera un documental de viajes. Primero, ella e Íñigo se lanzaron a una clase de cocina en la playa, donde aprendieron los secretos de la cocina criolla. Con la ayuda de un chef, se arremangaron para preparar ensaladas, pollo al curry y bonito en leche de coco, todo con ingredientes frescos del mar y especias locales.
Pero no todo ha sido cocinar, también se han dedicado a actividades más exóticas, como alimentar a las impresionantes tortugas gigantes de Aldabra, esos dinosaurios vivientes que pueden llegar a los 120 años. Han aprendido sobre su historia, las han alimentado, han tomado el sol, se han bañado, y hasta han probado el coco. ¡Vamos, que no han dejado nada sin hacer!