Es una de las mujeres del momento

Tamara Falcó, bajo la lupa de la ley ¿Está en peligro su carrera como influencer?

Nace la primera ley en España con obligaciones para los creadores de contenido

La marquesa de Griñón podría enfrentarse a multas de hasta 600 mil euros

Tamara Falcó
Tamara Falcó en un acto público / Gtres
  • Rosa Torres
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En sus inicios, la cuenta de Instagram de Tamara Falcó era solo para publicaciones familiares y mantenía un perfil bajo. Todo cambió cuando triunfó a su paso por MasterChef Celebrityy se convirtió en la ganadora de la cuarta edición. Un éxito que supuso también su inicio como influencer, una palabra con la que ella no se identifica pero que está marcando su camino en las redes sociales. A día de hoy, acumula un millón y medio de seguidores en Instagram, una cifra que no ha parado de crecer desde que fichó como colaboradora de El Hormiguero, y tras su boda con Iñigo. 

El perfil de Instagram de Tamara es una de sus herramientas de trabajo y fuente de ingresos. Desde el 2019, la hija de Isabel Presyler publica fotografías muy cuidadas y muchas de ellas las realizan fotógrafos profesionales. Unas instantáneas que guardan una estética impecable. Además, se ha convertido en un reclamo para las marcas de moda y suele etiquetar y promocionar a diversas firmas. Entre ellas, está la suya propia, TFP by Tamara Falcó 

Sin embargo, su faceta como influencer podría estar en peligro. La reciente entrada en vigor de la Ley General de la Comunicación Audiovisual busca regular la actividad de los creadores de contenido en redes sociales (como TikTok, Instagram, Youtube o Twitch) para saber qué pueden publicitar y cómo deben hacerlo. 

 Esta norma prohíbe la publicidad encubierta o subliminal. El objetivo de esta funcionalidad es que se garantice la transparencia de las publicaciones añadiendo una etiqueta con el mensaje colaboración pagada, e indicar que se trata de publicidad y que reciben a cambio dinero, un servicio o un producto. Para ello, proponen el uso de términos como “publicidad”, publi” o colaboración”, junto a sus publicaciones. 

Pues bien, la marquesa de Griñón es una de las muchas caras conocidas que se ve afectada por esta ley. En muchas de sus publicaciones, la diseñadora no ha dado cuenta del contenido publicitado. En su feed de Instagram hay multitud de promociones que suele hacer a otras firmas relacionadas con la moda o la gastronomía, y en contadas ocasiones añade la etiqueta «ad», es el diminutivo en inglés de advertisementque significa publicidad o anuncio publicitario, así que sería como decir en español publi.

De no hacerlo bien, podría verse obligada a pagar una cantidad generosa de dinero. La normativa establece sanciones de hasta 600 mil euros (en función de la gravedad) para aquellos que no cumplan las normas y tengan entre 500 mil y 1 millón seguidores. Unos requisitos que la hermana de Ana Boyer cumple con creces.  

Se prohíbe el culto al cuerpo y el anuncio de medicamentos

Precisamente el interés que genera Tamara en esta etapa de su vida ha hecho que muchas marcas y eventos apuesten por ella. Genera interés mediático, ya que allí donde va, le sigue la prensa. Por eso, a partir de ahora, debe prestar mucha atención a sus publicaciones. 

Como señala la ley, se prohíben los anuncios comerciales con productos adelgazantes, intervenciones quirúrgicas o tratamientos estéticos. El objetivo es evitar los temas que favorezca el rechazado por cuestiones de físico. Al mismo tiempo, y con el objetivo de impulsar un estilo de vida saludable, no está permitida la promoción de productos con grasas malas, sal o azúcares añadidos. En la misma línea, tampoco se puede publicitar nada relacionado ni con el tabaco, ni con los cigarrillos electrónicos o productos a base de hierbas, medicamentos o bebidas alcohólicas cuando se dirijan a menores. 

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