5 razones por las que Rafa Nadal se ha ganado el número 1 en nuestros corazones
Rafa Nadal ejemplifica como nadie valores muy necesarios en la vida. Se ha ganado el cariño, respeto y admiración de todos con varios gestos que denotan que es un número 1 dentro y fuera de la pista.
Solo los osados se atreven ya a dudar de que Rafa Nadal es el mejor deportista español de la historia. Su amplísimo palmarés es la prueba más evidente e irrefutable de ello, pero si por algo es grande el balear es por los valores que transmite dentro y fuera del tenis. Hablamos de esos gestos que denotan que detrás del campeón se esconde una persona con una gran humanidad. A nivel curricular es incuestionable que Rafa es el rey absoluto de Roland Garros, uno de los Grand Slam más prestigiosos del circuito y así lo acreditan sus 13 trofeos, el último ganado de manera aplastante ante el tenista número 1 del mundo -Novak Djokovic- hace tan solo una semana. Sus hazañas en la pista se traducen en premios, como la Gran Cruz de la Orden del Mérito Deportivo que se le entregará pronto. No todos pueden presumir de ella.
El tenista manacorí está hecho de otra pasta. Su ambicioso carácter, el no darse nunca por rendido, crecerse ante la adversidad, respetar al oponente, la humildad y la consciencia de saber en qué mundo se desenvuelve son valores que transmite en todo momento y que le convierten en un ejemplo. Son parte de su grandeza, una grandeza que hemos visto durante los últimos quince años en cada una de sus apariciones.
Pongamos a continuación algunos ejemplos para entender cómo Rafa se ha ganado el cariño de todos los españoles. Para empezar es un ser comprometido con las causas sociales y por eso hace tiempo impulsó la creación de su propia ONG, la Fundación Rafa Nadal. El objetivo lo marcaron ellos mismos: «Creemos firmemente en el poder transformador del deporte y de la educación, dos herramientas que permiten a niños, niñas y adolescentes llegar tan lejos como se propongan, independientemente de su origen y de sus condiciones personales y sociales, incluidos aquellos que presentan algún problema de aprendizaje o discapacidad.
Rafa Nadal ayudó a las inundaciones sufridas en su Mallorca natal en 2018 / Gtres
Otro ejemplo catedralicio de su grandeza fue verle con el mono de trabajo para ayudar a su Mallorca natal cuando más lo necesitaba. El tenista formó parte del equipo de voluntarios que limpiaron el barro en las inundaciones de Sant Llorenç, Mallorca, en 2018. Además, dio una cuantiosa donación para sanar los daños y ofreció las instalaciones de su Academia.
Rafa Nadal ayuda siempre que puede y no se le caen los anillos por limpiar él mismo la pista sobre la que ha entrenado, tal y como sucedió este pasado mes de julio durante la preparación para un torneo.
Of course he would fix the court himself after his practice, of course.
Say what you want, nobody is like Rafa Nadal. pic.twitter.com/Am0ipaL0jj
— F r a n 🇪🇸 (@_rafaholic) July 17, 2020
En cuarto lugar, a Nadal no se le ha subido nunca la fama a la cabeza. Otro ejemplo lo encontramos en un momento bastante llamativo: Rafa limpia la cinta de correr donde se ha estado ejercitando. Lo anecdótico de esto es que bien podría entrenar en un gimnasio privado o en amplias instalaciones, pero él prefiere hacerlo en uno público y compartiendo espacio con otros clientes. Ejemplo de humildad.
En quinto y último lugar, habla muy bien de Rafa Nadal que lleve toda la vida compartiendo su día a día con la misma persona. Xisca Perelló empezó siendo su amor de adolescencia y hace un año se convirtió en su esposa tras más de una década de amor. Su lealtad y fidelidad han sido ejemplares. Los dos optaron por un perfil bajo en su vida privada y apenas conceden entrevistas para hablar de asuntos personales. Gustará más o menos, pero, al fin y al cabo, es su decisión.
Rafa Nadal y Xisca Perelló posando el día de su boda, el pasado 19 de octubre / Instagram