El último desplante de Melania tras una nueva acusación de infidelidad por parte de Trump
Hace poco más de un año que Donald Trump (71) llegó a la Casa Blanca, pero en estos meses el presidente de Estados Unidos no solo ha tenido que enfrentarse a las críticas por su gestión, sino también a los desplantes de la mismísima primera dama, Melania Trump (47).
Y es que, desde que se filtrase en plena campaña presidencial una grabación en la que Donald Trump presumía de agarrar a las mujeres por los genitales gracias a su poder, no han faltado las acusaciones de infidelidad, misoginia y abusos por parte de diversas féminas. A la alargada sombra de la sospecha que se cierne sobre el presidente, se suma ahora una supuesta nueva infidelidad de Trump, una revelación que habría motivado el último desplante ‘protesta’ por parte de Melania Trump.
Así, tal y como afirman diversos medios internacionales, la exmodelo eslovena se negó a viajar en helicóptero junto a su marido hasta la Base Andrews, donde les esperaba el avión presidencial que les trasladaría a Florida. El motivo del enfado habría sido la revelación de una supuesta infidelidad de Trump con la ‘ex conejita Playboy’ Karen McDougal, quien aseguró haber mantenido una relación sexual con el magnate en 2006, unos meses después de que Melania Trump diera a luz al único hijo en común de la pareja, Barron Trump.
Es tradición que el presidente y la primera dama tomen juntos el helicóptero que les traslada al Air Force One / Gtres
La cita presidencial en Florida era ineludible, dado que debían reunirse con las víctimas de la masacre en una escuela secundaria de Parkland, por lo que Melania no tuvo más remedio que embarcar en el Air Force One. Eso sí, la primera dama llegó hasta el avión por su cuenta, hecho que su jefa de prensa catalogó como una simple decisión logística que nada tenía que ver con una crisis en el matrimonio Trump.
Sin embargo, a los periodistas que realizaron el ‘vuelo de la discordia’ junto a Trump no se les permitió ver a la primera dama en ningún momento y, aunque la pareja presidencial desembarcó al mismo tiempo, lo hizo con gesto serio.
Con esta última decisión, Melania Trump no solo se ha saltado una tradición protocolaria -desplazarse junto al presidente hasta el Air Force One- sino que ha escenificado, una vez más, su disgusto con el que es, a día de hoy, el hombre más poderoso del mundo, además de su marido.