Irene Rosales pone a cada uno en su lugar en el triángulo familiar que rodea su vida
Tras perder a los pilares fundamentales de su vida, Irene se ha convertido en el centro de las tres familias que forman parte de su vida.
Ha sido un 2020 durísimo para Irene Rosales. En nueve meses ha perdido a sus padres, ha sido el sustento económico de su casa, y además ha visto cómo la relación de su marido, Kiko Rivera, con su madre, Isabel Pantoja, se deterioraba hasta llegar a ser inexistente. El primer varapalo familiar de Irene llegaba el 6 de febrero de 2020 cuando su madre, Mayte Vázquez, fallecía. No solo se fue su progenitora, se fue también el pilar de la familia y su mejor consejera. Una persona a la que echa de menos cada día, pero de quien se ha acordado más que nunca, durante la guerra entre su marido y su suegra. Así lo reconoció en ‘Viva la vida’, días después de la demoledora entrevista de Kiko: «Siempre he recurrido a mi madre y lo he pasado bastante mal por echarle tanto de menos». Dejaba claro entonces que si su madre hubiese estado con ella, se hubiera apoyado en ella. «Mi madre vivía a un minuto de mi casa, nos ha dado muy buenos consejos, nos ha calmado muchísimo, pero se ha mantenido al margen de todo».
Ha perdido a sus padres y se ha visto envuelta en una guerra familiar de la que incluso se le ha culpado, pero Irene es positiva y tajante cuando lo tiene que ser/Mediaset
Su madre fue un gran ejemplo y esa discreción y el estar en un segundo plano es algo que hoy, a pesar de ser una de las colaboradoras habituales del programa que presenta Emma García cada fin de semana, sigue practicando. Hasta hace poco más de un año, la sevillana era conocida por ser la mujer de Kiko Rivera. Siempre en un discreto segundo plano, era la persona con la que el hijo mayor de la intérprete de ‘Marinero de luces’ había encontrado la felicidad y la estabilidad. Y con ella formó su propia familia.
Ha estado junto a su marido cuando estalló la guerra con Isabel Pantoja, al igual que lo estuvo sosteniendo cuando tuvo sus problemas de adicciones y cuando confesó estar atravesando una depresión. Irene no le quitó importancia a los problemas de su marido, a diferencia de la tonadillera. Puestos en contacto con ella, la nuera de Isabel Pantoja nos atiende de manera educada, amable y tan cercana como suele mostrarse: «Siempre quiero el bien de Kiko, porque tenemos tres hijos».
Irene confirma que sólo quiere el bien de su marido/Gtres
Y es tajante al dejar claro cuál es su papel en la familia que ha formado con Kiko Rivera: «No soy la madre de mi marido, el único papel de madre que hago es con mis hijas». Ana y Carlota son el motor de la pareja, por ellas están luchando lo indecible. Ambos atraviesan unos momentos muy difíciles pero sus tres hijos -incluyendo al que tuvo el DJ con Jessica Bueno y al que Irene como propio-, son quienes les hacen levantarse cada día. La influencer ha crecido rodeada de amor en un núcleo muy unido que hoy lo sigue estando, a pesar de que sus padres ya no están.
Los Rosales
La familia de Irene siempre ha estado unida en todas las circunstancias. Algo que confirmó, con emoción, Kiko Rivera, durante la emisión de ‘Cantora, la herencia envenenada 1’. El DJ hablaba entonces de cómo ‘envidiaba’ la unión que tenía su mujer con sus padres y sus hermanos. Y lo contaba extrañado al ser algo que él nunca había vivido en su propia casa.
Su familia siempre se ha caracterizado por estar unida: «Son una piña», dice Anabel Pantoja a este digital/@irenerova24
La unión entre los cinco hermanos Rosales continúa, a pesar de las ausencias. Y son todos los que hacen por seguir juntos. En su caso, y a diferencia de otras familias en las que hay alguien que toma el relevo de la madre cuando esta falta, todos reman por seguir como siempre. La propia Irene así lo ha contado a este digital: «Nunca nos ha hecho falta nada, siempre hemos sido así». Pero lo cierto es que es ella, por las circunstancias, quien ejerce de nexo. Todo por el lugar privilegiado en el que vive con su marido y sus hijas: «Mi casa siempre ha sido donde nos hemos encontrado, es una casa más familiar y mis hermanos viven en pisos».
«Son gente humilde, trabajadora, que han perdido a sus padres, están muy unidos», confirma Anabel Pantoja, también en exclusiva a LOOK. «Cada x tiempo se juntan, cada vez que pueden reunirse se reúnen los cinco hermanos con sus hijos para que estén los primos juntos y también con sus tíos». La prima de Kiko también ha vivido de cerca cómo es esta relación de Irene con sus cuatro hermanos, Mari Tere, Vanessa, Carlos y Manuel, a los que define como «una piña».
Los Pantoja
A diferencia de la relación de Isabel Pantoja con las parejas de su hija Isa, la artista siempre ha tenido debilidad por Irene, o así lo había mostrado hasta que estalló la guerra con su hijo. Semanas después de que todo estallara, la revista DIEZ MINUTOS citaba unas declaraciones de la tonadillera en las que marcaba distancias con su nuera: «A mí mi hijo no me da mi sitio. A su mujer, a su familia sí, ¡Pues olé por ella!». Y se quejaba de que «solo se acuerdan de mí cuando me necesitan». Por su parte 20 MINUTOS publicaba entonces que la Pantoja había insinuado que Irene era la culpable de que Kiko quisiera tomar acciones legales contra ella.
Kiko rompió del todo con su madre cuando se dijo que Isabel culpaba a Irene de todo lo que estaba ocurriendo/@riverakiko
La pareja no tardo en contestar, cada uno en su línea. Kiko lo hizo con dureza en sus redes sociales. Su mujer prefirió hacerlo en su programa: «Que me hagan culpable de una cosa tan grave me duele. Quiero pensar que ella no ha dicho eso porque me conoce». «Me han dado ganas de escribirla para preguntarle si es verdad, pero no la he llamado por prudencia. Él es impulsivo y no se deja manejar», afirmaba y seguía insistiendo entonces, en la buena relación que siempre le había unido con la abuela de sus hijas.
Pero la comunicación entre el matrimonio y la cantante quedaba totalmente rota. Irene Rosales tiene una relación complicada con parte de su familia política. No habla ni con Isabel, ni con sus más cercanos, y en este sentido además, se blinda y no quiere hablar de su familia política. La guerra sigue abierta, y ella prefiere centrarse en ser un apoyo para su marido, como lo así lo está haciendo. Con quien sí mantiene contacto es con su cuñada Isa, con quien se han visto estas Navidades, y con Anabel Pantoja, dos personas también muy importantes para Kiko.
Los Rivera
El conflicto familiar de Kiko Rivera e Isabel Pantoja no ha hecho más que acercar al DJ a su familia paterna. La relación con sus hermanos mayores ha tenido sus más y sus menos, pero siempre ha existido un cariño entre ellos. Cuando el pequeño de los tres hermanos descubrió la gran mentira de su madre cuando comprobó que los enseres de la herencia de su padre seguían en Cantora, automáticamente lo puso en conocimiento de Francisco y Cayetano. No hubo más que hacer. De inmediato los dos hermanos mayores cerraron filas entorno a Kiko, su mujer y sus hijos. Y desde que todo saltó a la luz pública, han sido constantes los encuentros entre ellos.
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Primero visitando a José Rivera, Riverita, el hermano pequeño de Paquirri, que se encuentra muy delicado de salud. Y luego, han pasado juntos unas fechas tan especiales como las Navidades. Los tres han dado buena cuenta en sus redes sociales de cada una de estas reuniones, donde la memoria de su padre siempre ha estado presente. «En el cielo hay alguien que debe estar muy contento», decía Francisco en un story en el que aparecían con Cayetano y Kiko tras visitar a su tío.
Esta unión entre ellos es algo que les está haciendo felices y no solo a ellos, también a todos los que les rodean. Y ahí está Irene Rosales, disfrutando de la felicidad de su marido que parece tener la misma unión con sus hermanos que ella tiene con los suyos. «Él ve como es mi familia ye so va saliendo solo. Yo no tengo nada que ver», afirma a LOOK la mujer del DJ dejando claro que ella sigue manteniéndose un paso por detrás, pero siempre apoyando a su marido.
En estos momentos, aunque la guerra aún sigue abierta, parece que los enfrentamientos se han calmado. El matrimonio sigue unido al pie del cañón y Kiko Rivera vuelve a estar en avanzando a pasos agigantados en su carrera musical, tras fichar, hace tres meses por Universal, la discográfica que llevó a Isabel Pantoja durante una década.