Los 10 escándalos que han marcado la última edición de ‘Operación Triunfo’

Operación Triunfo 2018 echa el cierre esta noche en una gala en la que se elegirá al ganador del programa. Y nada más. Este curso -que termina más de un mes antes que el anterior- se ha caracterizado por los numerosos escándalos que han ido salpicando al formato gala tras gala, mermando la ilusión no solo de su directora sino también de un público que ha ido desencantándose a base de fallos y polémicas.

¿Te has perdido alguno? Enumeramos, uno a uno, los 10 escándalos que han marcado ‘OT 2018’

El boicot a un aspirante antes de entrar en la Academia

Como cada año, los 16 concursantes elegidos para concursar salían de la gala 0, una noche en la que 18 aspirantes a artista se disputarían uno de los puestos en la Academia. Pero esta vez, antes del primer programa, el nombre de uno de los seleccionados para competir en esa gala empezó a acaparar titulares antes de tiempo.

Luis Mas, un joven catalán de 19 años, se convertía en protagonista involuntario al ser criticado por compartir en su perfil de Instagram una imagen junto al Rey Juan Carlos, algo que revolucionó las redes sociales e hizo que su nombre sonase por encima del de sus compañeros antes, incluso, de que nadie le hubiera escuchado cantar. Finalmente, Luis no fue seleccionado para entrar al ‘talent’.

El inesperado despido de Itziar Castro

La actriz Itziar Castro entró a formar parte del elenco de profesores para sustituir a ‘Los Javis’. Todo parecía estar en orden con ella hasta que, de un día para otro, la intérprete fue despedida “de manera unilateral, precipitada e inesperada” tal y como rezaba el comunicado que la catalana emitió tras filtrarse la noticia. Algunos digitales apuntaron a una falta de compromiso por parte de la musa de Eduardo Casanova, algo que también desmintió asegurando que estaba volcada en su papel de profesora de ‘OT’ y no tenía otros proyectos.

Tras el despido de Castro, Javier Calvo y Javier Ambrossi retomaron su cargo de profesores de interpretación, asegurando que ellos estaban completamente al margen de lo que había ocurrido.

Mariconez: la palabra prohibida

En la gala 4 Miki y María debían cantar Quédate en Madrid, uno de los éxitos de Mecano. Cuando se repartieron los temas nada hacía presagiar el drama que, una vez leída la letra, se formó alrededor de una estrofa que decía la palabra mariconez. Para los incipientes artistas el término era homófobo y pidieron a su directora, Noemí Galera, cambiarlo por gilipollez. Aunque en un principio se aceptó el cambio, Jose María Cano, autor de la canción, no lo autorizó por lo que la pareja tuvo que cantar el tema tal cual.

El disgusto de los concursantes, las idas y venidas de la dirección del programa al respecto y el hecho de que Ana Torroja -excomponente de Mecano- forme parte del jurado de esta edición hicieron de este episodio uno de los más sonados de la edición.

La huelga de los concursantes

Los aspirantes a artistas de esta edición se han convertido en unos grandes reivindicadores de sus derechos, algo que, de manera más o menos acertada, no han dudado en hacer a pesar de las cámaras.

Tras una noche en la que desobedecieron el toque de queda que les indica que deben irse a dormir, la organización decidió penalizar a los artistas retrasando 30 minutos la apertura de las habitaciones y restándoles así media hora a su descanso. Lejos de aceptar el castigo, los concursantes decidieron acostarse en el pasillo para protestar por él, declarándose en huelga y negándose a seguir con las actividades que tenían asignadas.

La gran bronca de Noemí Galera

El episodio de la ‘tumbada’, unido a los pocos progresos que el jurado veía en los concursantes gala tras gala, terminó por sacar de quicio a Noemí Galera. Como directora del curso, la catalana se vio obligada a sentar a sus alumnos y hacerles ver no solo lo incierto de su futuro sino la imagen lamentable que estaban dando a la audiencia del concurso.

Galera se mostró tan dura como sincera y sus palabras llegaron a provocar las lágrimas de algunos de los habitantes de la Academia. Esta charla fue muy criticada en redes sociales, provocando que en la siguiente gala la organización decidiera pasarla por alto en el repaso semanal a fin de evitar una nueva oleada de críticas.

¿Tongo con los nominados?

Durante una de las galas Brisa Fenoy ocupó el puesto de cuarto juez y, en uno de los planos captados por las cámaras, se pudo distinguir que ponía en sus documentos. En las tarjetas de la artista se veían, antes incluso de que empezasen las actuaciones, las valoraciones que la compositora daría a cada uno de los cantantes.

La imagen, que fue compartida por la cuenta oficial de Twitter del programa, corrió como la pólvora y desató todo tipo de especulaciones de tongo y amaño. Al final la polémica fue tal que Tinet Rubira tuvo que intervenir y explicar que, al evaluar, el jurado no solo tenía en cuenta las actuaciones sino el trabajo de toda la semana y que era exactamente eso lo que se veía reflejado en los papeles de Fenoy.

La espantada de C. Tangana

Es la única polémica que no pone en entredicho la calidad del formato este curso ya que, en este caso, fue la actitud de un invitado lo que creó el escándalo de la semana. El trapero C. Tangana era el artista invitado de la noche y, tras presentar su canción Un Veneno, dio la espantada y abandonó el plató de Operación Triunfo dejando a Roberto Leal con la palabra en la boca.

Los comentarios machistas del novio de María

En la que finalmente fue la última gala de María, la concursante recibió la visita en plató de su novio Pablo. El reencuentro entre la pareja fue de lo más efusivo y, ante las preguntas de Roberto Leal, que interrogó al fotógrafo acerca de qué es lo que más echaba de menos de su chica, el invitado no dudó en afirmar que “su culo”. Estas palabras fueron muy criticadas en redes sociales por los seguidores del programa, que no dudaron en tildar de machista la respuesta de Pablo.

Las canciones de Eurovisión

El vínculo de Operación Triunfo con Eurovisión parece ser cada vez más débil. Si el año pasado fue el desencanto de Aitana y Ana Guerra con el tema ‘Lo malo’, este año ha sido el reparto desigual de canciones lo que ha creado el escándalo alrededor del famoso Festival. El hecho de que algunos de los concursantes no tengan canción con la que optar a representar a España en el certamen y que otros, en cambio, tengan hasta tres, ha despertado todo tipo de protestas entre los propios artistas y el público.

Una deficiente atención médica

Hace menos de una semana que tuvo lugar el último y quizás más serio escándalo de la edición. En una conversación a dos, Alba Reche y Julia se quejaban de llevar cuatro semanas sin ser atendidas por el médico y el psicólogo:  «Me parece fatal. Nuestra salud y nuestra salud mental llevan cuatro semanas sin ser atendidas». La conversación fue de lo más comentado en redes sociales, habido llegado a intervenir la productora del formato.

Según Gestmusic, las palabras de las concursantes son incomprensibles ya que, desde su primer día en la Academia, todos tienen un médico y un psicólogo a su disposición 24 horas al día.