Sobre su vida

Así es Quique Sánchez Flores, el sobrino de la Faraona que lleva toda su vida dedicada al fútbol

A finales de 2023 se conoció que el técnico madrileño se convertía en el nuevo entrenador del Sevilla hasta 2025

Recientemente, Quique Sánchez Flores ha denunciado públicamente que le llamaron "gitano", a modo de insulto

Lola Flores, Quique Sánchez Flores
Lola Flores, Quique Sánchez Flores. / Gtres
Sheila González Oliva
  • Sheila González Oliva
  • Periodista especializada en corazón, moda, belleza y lifestyle.
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El nombre de Quique Sánchez Flores (59) está ligado a una de las sagas más famosas de nuestro país, los Flores. Es hijo del ex futbolista Isidro Sánchez y Carmen Flores, hermana de Lola Flores(fallecida la madrugada del 16 de mayo de 1995 a consecuencia del cáncer de mama) conocida como la Faraona. Pese a que el arte predomine en sus venas, él se decantó desde siempre por su capacidad como estratega en el fútbol, algo que heredó de su padre. De hecho, siguió su estela para convertirse en su día en jugador profesional.

Lola Flores, Quique Sánchez Flores

Quique Sánchez Flores en una imagen de archivo. / Gtres

Quique desarrolló una amplia trayectoria como futbolista, jugando como defensa lateral derecho. Comenzó a jugar en el ya extinto C.D. Pegaso, en Madrid, después pasó diez años en el Valencia, dos más en el Real Madrid y, por último, jugó en el Zaragoza antes de retirarse de la primera línea en 1997. Tras colgar las botas, inició una nueva andadura como entrenador. De hecho, a finales de 2023 trascendió que se convertía en la cabeza visible del Sevilla hasta 2025.

Pero antes de llegar hasta aquí tuvo que formarse como técnico y no tuvo su primera oportunidad en el puesto hasta ocho años después, como entrenador del Getafe. Este rol ha provocado que tenga una vida nómada, lo que le ha llevado a vivir en Portugal, Emiratos Arables, Inglaterra o China. Enclaves en los que pudo ir adquiriendo una mayor experiencia profesional en este ámbito.

Su esfera personal

Aunque su nombre resuena con fuerza en el mundo del fútbol, con el paso del tiempo se han ido conociendo algunos detalles de su vida privada. Sánchez se ha casado dos veces. La primera de ellas con Nuria Santos y la segunda con la modelo Patricia Casanova, con la que tuvo cuatro hijos y con la que a día de hoy mantiene una excelente relación. Patricia, Quique, Jorge y Pablo nacieron el fruto de aquel matrimonio, y el segundo de ellos sigue hoy sus pasos en la citada modalidad deportiva y ya tiene un puesto de delantero en el Getafe F.C., equipo que hasta la primavera del pasado año entrenaba su padre. Por otro lado, se sabe que Patricia, la primogénita es estudiante de Derecho, aunque su pasión es la moda, y hace escasos dos meses comenzó a ofrecer sus servicios como estilista profesional.

En cuanto a si el entrenador del Sevilla ha rehecho su vida, son pocos los detalles que se conocen. Desde principios de 2022 se dice que comparte vida con Sol González, aunque ninguna de las partes se ha pronunciado sobre esta presunta relación.

A pesar de que Quique Sánchez Flores es sobrino de Lola Flores, hijo de su hermana pequeña Carmen Flores y primo de las artistas Lolita y Rosario, con las que mantiene un contacto estrecho, él siempre ha querido llevar una vida alejada del foco mediático, centrado siempre en su carrera futbolística.

Lola Flores, Quique Sánchez Flores

Lolita Flores junto a su primo, Quique Sánchez Flores. / Gtres

Una polémica en el terreno de juego

Por otro lado, recientemente, Quique Sánchez Flores se ha colocado en el ojo del huracán. El partido Getafe-Sevilla, que se disputó hace unos días en el estadio Coliseum (ubicado en Madrid), estuvo marcado por insultos racistas. Y no sólo hacia un jugador como ocurrió con Acuña, sino también con Quique Sánchez Flores. El entrenador madrileño explotó en la rueda de prensa y no dudó en dar su opinión al respecto.

«Primero quiero decir que estoy orgulloso de cada poro que corre mis venas que pueda respirar gitano. Una cosa es ser gitano o parte de gitano y otra es que lo utilicen como insulto racista. Me parece aberrante. Aquí hay parte del público que se cree que puede venir a los estadios a decir lo que quiera. Y eso es lo que esta pasando en los estadios. Se creen que pueden venir a decir lo que quiera, cuando quiera y como quiera. Nosotros somos trabajadores que venimos a trabajar en paz y en un estadio y en un espacio donde se nos tiene que respetar», indicó.

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