EN LOS TRIBUNALES

Arantxa Sánchez Vicario asume su culpabilidad y arrastra con ella a Josep Santacana

Arantxa Sánchez Vicario
Arantxa Sánchez Vicario

Arantxa Sánchez Vicario y Josep Santacana ya no son marido y mujer y aunque su historia tuvo episodios turbulentos incluso cuando vivían su mejor etapa como pareja y siempre permanecerán unidos por los hijos que tienen en común, el vínculo que hoy en día les acerca es lo más parecido a un alambre de espinas que les ha rodeado nunca. Más de seis millones de euros y cuatro años de cárcel son los pesos que ensombrecen sus sueños. Nada más, y nada menos.

Arantxa Sánchez Vicario y Josep Santacana / GTRES

Arantxa Sánchez Vicario y Josep Santacana / GTRES

Corría la primavera de 2015 cuando Banque de Luxembourg demandó a Arantxa Sánchez Vicario debido a una deuda que la tenista llevaba arrastrando desde cinco años antes. En vez de pagar lo que se le reclamaba, Arantxa diseñó junto a su entonces marido un plan para deshacerse del patrimonio inmobiliario que acumulaba. Pero lejos de salirles bien, el banco incluyó a ambos en sus reclamaciones y desde 2018 la entidad pide para el exmatrimonio cuatro años de cárcel por un delito de alzamiento de bienes. Además, se ha solicitado una indemnización de 6.170.942 euros más intereses y las costas procesales.

En plena lucha por salir indemnes de este duro proceso, El País ha tenido acceso al escrito de defensa de la extenista, que ha decidido admitir que vendió todo su patrimonio pero señala a su expareja como autor del plan que, efectivamente, se habría llevado a cabo solo a fin de no pagar al Banco de Luxemburgo. En el documento se observa cómo, consciente de lo complicado de su situación, Arantxa no solicita ser absuelta de los hechos sino rebajar su condena. Algo para lo que, además, ha decidido ir saldando parte de la deuda de más de 6 millones de euros que acumula.

Arantxa Sánchez Vicario y Josep Santacana / GTRES

Arantxa y Josep en una imagen de archivo  / GTRES

Borja Vives, abogado de Sánchez Vicario, solicita en el escrito que la condena se reduzca a siete meses de prisión y se suspenda la pena: “Con este paso adelante Arantxa está asumiendo, pese a todo, su responsabilidad y colaborando con la justicia; es una deportista íntegra”. Asegura también que su defendida no fue más que la víctima del padre de sus hijos, a quien señala como cerebro de las operaciones por las que se deshizo de su patrimonio, además de acusarlo de dilapidar parte del patrimonio que durante años ganó en las canchas de tenis.

Arantxa Sánchez Vicario y Josep Santacana / GTRES

La expareja de vacaciones / GTRES

Horas más tarde de hacerse público que Sánchez Vicario señala directamente a su exmarido como autor de los delitos de los que ambos están acusados, el diario ABC ha publicado algo que compromete al menos una de las cosas que Arantxa asegura sobre su exmarido. Josep Santacana nunca tuvo acceso a la cuenta suiza desde la que su mujer gestionaba su patrimonio: “Doña Maria Aránzazu Sánchez es la persona autorizada para firmar individualmente en esta cuenta bancaria. Así mismo, sus padres y su hermana están autorizados para efectuar una firma conjunta de dos personas”, un dato cuya relevancia judicial la decidirán las autoridades pero que, para quienes están asistiendo a esta guerra como si de una final de un Grand Slam se tratase, supone un punto de partido para él.

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