Una bonita historia de amor

Así es Andrew Parker Bowles, el primer marido de la reina Camila con el que aún tiene relación

Andrew Parker-Bowles coqueteó con la princesa Ana, hermana del rey Carlos III

El primer marido de la reina Camila tiene actualmente 84 años

Andrew Parker Bowles, Reina Camila
Andrew Parker Bowles en una imagen reciente. / Gtres
  • Daniel Hernandez
  • Periodista, escritor y amante de la crónica social y experto en televisión. Durante años he seguido la trayectoria de nuestros famosos y en LOOK conocemos todos sus secretos
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La reina Camila y Andrew Parker Bowles fueron novios, después se convirtieron en marido y mujer y actualmente son buenos amigos. Tanto es así que Andrew tiene buena relación con el rey Carlos. Lo cierto es que la historia de Camila Parker y su primer esposo podría inspirar a cualquier director de cine. Está llena de amor y de giros inesperados, pero ¿quién es Andrew y cómo se enamoró de la monarca?

La ex pareja se conoció en 1965 durante una fiesta. Enseguida crearon una vinculación especial y empezaron a salir, pero la diferencia de edad que había entre ellos frustró este romance. La mujer de Carlos III tenía siete años menos que Andrew, así que esta relación era bastante complicada. Su entorno le aconsejó que se alejase de él y se distanciaron durante un tiempo.

Andrew Parker Bowles con la princesa Ana. (Foto: Gtres)

Andrew Parker Bowles aprovechó su soltería para coquetear con la princesa Ana, hermana del rey Carlos. Esta historia era incluso más complicada que la anterior, pues él no compartía la misma religión que la Familia Real y sabía que no le iban a aceptar nunca. No obstante, siguieron siendo amigos, de hecho es el padrino de su hija Zara Tindall.

El disgusto que se llevó Carlos III

En 1970, cinco años después de que Camila rompiera con Andrew, entró en escena Carlos III. La actual reina de Inglaterra conoció al hijo de Isabel II y no tardó en enamorarse de él. Fuentes cercanas aseguran que conectaron de inmediato, de hecho siempre ha habido una gran complicidad entre ellos. El problema es que el monarca tenía que cumplir con sus obligaciones institucionales. En aquel entonces era príncipe de Inglaterra y debía marcharse ocho meses para incorporare a la Royal Navy.

Carlos y Camila se separaron en 1973. A pesar de que lo habían intentado, cada vez tenían más claro que su noviazgo no iba a terminar bien. Ella no cumplía con los requisitos que exigía la Familia Real y él no podía cometer ningún error porque sabía que iba a ser el monarca de Reino Unido.

Camila, exmarido Camila,

Los reyes Carlos y Camila en el Royal Ascot. (Foto: Gtres)

Mientras Carlos III estaba en la Royal Navy sucedió algo que marcó un antes y un después: Camila le dio una segunda oportunidad a Andrew. Diversos testimonios defienden que esta relación avanzó a pasos agigantados porque los padres de ambos les estaban presionando. Sea como fuere, el 4 de julio de 1973 se casaron en la Guards Chapel de Wellington Barracks, muy cerca del palacio de Buckingham.

Andrew Parker Bowles era amigo de Carlos III y cuando este último se enteró de que se había casado con Camila se llevó un gran disgusto. Fue un golpe muy duro para él, tanto que estuvo varios días sin hablar con nadie. No obstante, nunca culpó a Andrew y siguieron siendo grandes compañeros.

Parker Bowles, discreto y prudente

El ex marido de la reina Camila siempre se ha caracterizado por dos cosas: es discreto y prudente. Llama la atención lo bien que se lleva con la reina, pues durante su matrimonio no tuvo un comportamiento tan leal. Se ha confirmado que le fue desleal en diferentes ocasiones. Ella decidió perdonarle por el bien de sus dos hijos: Tom y Laura.

La reina Camila en Londres. (Fotot: Gtres)

La reina Camila en Londres. (Fotot: Gtres)

Algunos historiadores sostienen que Camila Parker tampoco era transparente al 100% con su esposo. Aseguran que nunca terminó de olvidar a Carlos III, de hecho mantuvo un contacto estrecho con él durante su matrimonio.

Andrew y Camila se separaron en 1995, un año después de la ruptura de Carlos III y Diana de Gales. No tardó en rehacer su vida, pues volvió a pasar por el altar con su amante, una mujer llamada Rosemary Pitman. Cuando la reina de Inglaterra se casó con el hijo de Isabel II invitó a su ex esposo y a Rosemary. Ambos acudieron al evento, demostrando así que la palabra rencor no existe en su diccionario.

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