Los misterios de la antigua ciudad de Petra: joya del desierto jordano

• Francisco María
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• • 29/02/2024 11:30
  • Actualizado: 29/02/2024 11:30

Ubicada entre cañones gigantescos, la antigua ciudad de Petra ha cautivado a arquitectos, académicos y turistas del todo el mundo. Esta joya arqueológica de Jordania, esconde entre sus muros centenarios numerosos misterios y enigmas, desde su famoso tesoro hasta sus tumbas olvidadas. La ciudad perdida de Petra ofrece a todo el que la visite una ventana al pasado.

La ciudad de Petra en la historia

La historia de Petra se remonta al siglo VI a.C., cuando la ciudad fue fundada por los nabateos, una tribu nómada que se estableció en la región de Transjordania. Durante su apogeo, Petra fue un importante centro de comercio y cultura en la región, gracias a su ubicación estratégica en la ruta de las caravanas que conectaba Arabia, Egipto y Siria.

Una de las características más distintivas de Petra son sus tumbas y templos tallados en la roca, que muestran la habilidad y la maestría de los nabateos en la arquitectura y la escultura. El edificio más famoso de Petra es sin duda el Tesoro, una impresionante fachada tallada en la roca que ha sido inmortalizada en películas como «Indiana Jones y la última cruzada».

Otros lugares destacados de Petra incluyen el anfiteatro, el Monasterio y el Siq, un estrecho desfiladero que conduce a la ciudad. A lo largo de su historia, Petra fue conquistada por diferentes imperios, como los romanos y los bizantinos, que dejaron su huella en la arquitectura y la cultura de la ciudad. Sin embargo, a medida que las rutas comerciales cambiaron y el comercio se desplazó hacia otras ciudades, Petra fue perdiendo su importancia y eventualmente fue abandonada y olvidada por siglos.

En 1985, Petra fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, en reconocimiento a su valor histórico y cultural.  

Los misterios de la antigua ciudad de Petra

Petra fue construida por los edomitas en el siglo VIII a.C. y a partir del siglo VI a.C se convirtió en una ciudad muy rica y poderosa, llena de vida bajo el dominio nabateo, gracias a su ubicación en medio de una ruta comercial entre Arabia, Egipto y Siria-Fenicia. La también llamada ciudad Rosa contaba con numerosas casas ornamentadas, exuberantes jardines y grandes mercados con productos provenientes de India, Arabia y Egipto.

Este enigmático e histórico lugar albergó hasta unas 30.000 personas, pero fue abandonado en el siglo VI d.C. después de que cambiaran las rutas comerciales y varios terremotos azotaron la ciudad.

La antigua ciudad de Petra fue redescubierta por el explorador suizo Jean-Louis Burckhardt en el siglo XIX y hasta el día de hoy, todavía hay muchos secretos ocultos por descubrir.

Petra fue esculpida, no construida

Una de las curiosidades más asombrosas de la ciudad de Petra es que en lugar de haber sido construida en piedra, fue tallada directamente en la roca en medio del desierto en Jordania. Las casas, tumbas, monumentos, templos, anfiteatros, entre otras estructuras, fueron cinceladas a mano en las rocas de color rojo rosado, que luego fueron cubiertas con estuco y pintadas de colores brillantes.

El 80% de la ciudad está oculta

A pesar de que fue redescubierta por el suizo Johann Ludwig Burckhardt, gran parte de sus edificaciones quedaron ocultas bajo la arena debido a los desastres naturales que se produjeron en la zona, como terremotos, tormentas de arena y numerosas inundaciones. Actualmente, sólo es posible visitar el 20% de la ciudad, aunque las excavaciones continúan desenterrando edificios.

Fue una ciudad comercial y potente

Desde el siglo IV a.C, la ciudad de Petra fue creciendo a la par que lo hacía el comercio, gracias a su estratégica ubicación y a los nabateos, un grupo de nómadas árabes que se asentaron en este lugar. Poco a poco, estos mercaderes lograron controlar las principales rutas comerciales por las que se trasladaban especias e incienso desde Arabia hasta Egipto y el Mediterráneo.

En poco tiempo, Petra se convirtió en una ciudad próspera y rica no sólo por el comercio de productos exóticos, sino también por el pillaje durante los primeros años y los altos peajes que cobraban por la seguridad de sus muros,

Contaba con un teatro reformado por el Imperio romano

Los arqueólogos coinciden en que no hay hallazgo tan sorprendente en la ciudad perdida como lo es el teatro, una virguería arquitectónica excavada en la roca. En un principio se pensaba que era una construcción del Imperio romano, pero luego se concluyó que ellos sólo se encargaron de remodelar y perfeccionar lo que los nabateos ya habían construido.

Las gradas del teatro es una del área más sorprendente, pues están talladas en la falda de la montaña y, según las estimaciones, tenía capacidad para juntar más 5.000 espectadores.

Una ciudad astronómicamente orientada

Los nabateos tenía un gran conocimiento astronómico, de hecho, se descubrió que tomaron en cuenta los movimientos del sol al momento de conceptualizar y edificar la magnífica ciudad de Petra.

Entre las edificaciones más importantes de la ciudad que están orientadas según los equinoccios, solsticios y otros acontecimientos astronómicos se encuentran la tumba de la Urna, cuya puerta principal está alineada con el paisaje del entorno según la puesta de sol del equinoccio, cuando el día y la noche tienen la misma duración; y con los rayos solares durante los solsticios de invierno y verano.

Otro ejemplo es el famoso Monasterio, donde la luz del sol entra por la puerta e ilumina directamente el altar mayor durante el solsticio de invierno.

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