Lara Álvarez, entre lágrimas tras las palabras de la madre de Rebeca en ‘La casa fuerte’

La segunda edición de ‘La casa fuerte’ está dejando grandes momentos a los espectadores, aunque también está revelando episodios muy duros, del pasado de los concursantes. En esta ocasión, la protagonista de la noche fue Rebeca, tras haberse roto en “el espejo del alma” al hablar de sus padres y al recibir la llamada de su madre, emocionando a Lara Álvarez.

Rebeca se enfrentó a esta prueba del programa con mucha entereza, pero poco a poco se fue viviendo abajo. La cantante comenzó su espejo haciendo referencia a la pelea que vivió anteriormente con Aurah Ruiz: “Quiero decir que a mí no me gusta hacerle daño a nadie y que, si lo he hecho, lo siento. Pero no creo que sean de recibo las cosas que Aurah también ha dicho contra mí” fueron sus primeras palabras.

Poco después, Rebeca comenzó a llorar tras leer en el espejo la palabra “Reconocimiento”, una palabra que le recordó los logros que ha conseguido en su carrera como cantante.

📽️ Rebeca se deshace por su madre en su ‘espejo del alma’: «Se me ha pasado la vida cuidando de mis padres, pero ellos son lo primero» #LaCasaFuerte12 https://t.co/FB7qnGyXJd

— La Casa Fuerte (@lacasafuerte_tv) December 2, 2020

El momento más emotivo de la noche llegó cuando Rebeca leyó la palabra “maternidad”. Una palabra que hizo que la concursante no pudiera evitar romperse, reconociendo uno de los aspectos más duros de su vida, y a la vez de los más bonitos. La artista siente una tremenda responsabilidad frente a sus padres, para ella son lo primero y siempre los ha antepuesto a todo. Por ese motivo, nunca ha podido formar su propia familia.

“A mí no me ha dado tiempo a crear una familia. Se me ha pasado la vida cuidando de mis padres porque tengo con ellos una responsabilidad muy grande. He dejado relaciones sentimentales porque lo tengo muy claro, ellos son lo primero para mí. Si no puedo formar una familia, me da igual” expresó la concursante. Unas palabras que hicieron que Lara Álvarez rompiese a llorar.

Poco después, su madre entró por teléfono para mostrarle todo su apoyo, dedicándole unas bonitas palabras y asegurando que su hija era «el mayor regalo que Dios le ha dado».