‘First Dates’: estos comensales, protagonistas de la cita más desastrosa

‘First Dates’, una noche más, ha llegado con una nueva entrega. Las puertas del restaurante más famoso de la televisión han vuelto a abrirse para recibir a nuevos comensales. Todos ellos llegaban al programa de Cuatro dispuestos a encontrar a su media naranja. Eso sí, unos tuvieron más suerte que otros con este objetivo.

El pasado miércoles, vimos cómo Ainhoa aterrizaba en ‘First Dates’ y se describía de esta manera: “Políticamente hablando soy más conservadora o tradicional. Tengo ganas de conocer a una persona que sepa lo que quiere”. Su cita para esa noche era nada más y nada menos que Roy.

El malagueño llegó al programa de Carlos Sobera, describiéndose de esta manera: “No es que le dé valor al dinero, se la doy a la libertad, a viajar… y todo eso se consigue con dinero. Por eso le doy valor a las cosas que se consiguen con él”. Antes de conocer a Ainhoa en la barra, reconoció que “en el amor me ha ido de culo, siempre acabo mal. La mayoría de las veces me han rechazado por mi cara”.

Miércoles que parecen lunes… 🤔

¿Y si le damos a la noche un poco de amor para que todo vuelva a su cauce? ❤

¡Las puertas de #FirstDates13O ya están abiertas! 💕 https://t.co/x6IbzaH1tz pic.twitter.com/EHzvtnNYgC

— First Dates (@firstdates_tv) October 13, 2021

Al verse por primera vez, Ainhoa aseguró que “ha sido muy impactante verle con la barba y muy rapado. Llevaba unas pintas para venir a un programa a una primera cita”. Roy, por otro lado, quiso dar una oportunidad a la joven. Entre otras cuestiones, le hizo saber que “me he cansado de trabajar y lo que he hecho es buscar mis fuentes de dinero. Actualmente gano mil euros mensuales de diferentes ingresos”.

El malagueño fue más allá: “A mí me gusta vaguear, hacer el vago. Soy liberal, lo de tributar no va conmigo y he montado un negocio clandestino de paseo de perros”. Conforme avanzaba la cita los dos se mostraban muy alejados, tanto en política como en gustos en general. Roy, incluso, estuvo a punto de quitarse la camiseta al descubrir que a Ainhoa le daba “asco” el mundo manga.

Ainhoa, además, llegó a sentir que su cita le iba a odiar por criticar el hecho de estar escuchando metal a todas horas. Ella reconocía que pensaba que “ese tipo de personas ya no existían”. Como era de esperar, en la decisión final, ninguno de los dos quería tener una segunda cita. La sevillana aseguró que “no volvería a quedar porque es un otaku y no se bañan”. Él, sorprendido, respondió: “No me baño todos los días porque nos morimos, pero tanto mi grupo de amigos como yo sí somos aficionados a eso del agua y el jabón”. Además, dejó claro que entre Ainhoa y él “solo coincidimos en que somos humanos”. ¡Una cita desastrosa, qué duda cabe!