Está a punto de desaparecer: la famosa marca de ropa que arrasó y ahora roza la quiebra

• Janire Manzanas
• Graduada en Marketing y experta en Marketing Digital. Redactora en OK Diario. Experta en curiosidades, mascotas, consumo y Lotería de Navidad.
• • 21/03/2025 09:00
  • Actualizado: 21/03/2025 09:00

La industria de la moda ha sido testigo de enormes transformaciones en las últimas décadas. De ser un sector dominado por grandes marcas establecidas, ha pasado a convertirse en un mercado mucho más dinámico, donde las marcas de moda rápida y las plataformas de comercio electrónico se han apoderado del escenario. En este contexto, Forever 21, una marca que en su mejor momento se posicionó como uno de los gigantes del fast fashion, ahora se enfrenta a su desaparición.

Tras años de intentos fallidos por mantenerse a flote, la marca está a punto de cerrar para siempre. Forever 21 fue fundada en 1984 en Los Ángeles por los inmigrantes surcoreanos Do Won Chang y Jin Sook Chang para ofrecer ropa asequible a un público joven y dinámico. Este modelo de negocio, basado en la moda rápida, le permitió expandirse rápidamente, convirtiéndose en un referente para adolescentes y jóvenes adultos en todo el mundo. La marca pasó de ser una pequeña tienda en el corazón de Los Ángeles a una cadena internacional con cientos de tiendas en varios países. Sin embargo, detrás de su rápida expansión, comenzaron a gestarse una serie de problemas financieros que, con el tiempo, llevaron a la empresa a la quiebra.

La caída de Forever 21

En sus primeros años, Forever 21 capitalizó la demanda de moda asequible. Durante los mejores años de la marca, se llegaron a abrir hasta 90 tiendas al año, y la marca llegó a operar más de 800 esablecimientos en todo el mundo, con presencia en Europa, América Latina, Asia y el Medio Oriente. Pero a pesar de su crecimiento, la compañía se vio rápidamente atrapada por sus propios errores. La marca intentó expandirse demasiado rápido, lo que generó problemas financieros y operacionales. El excesivo enfoque en la apertura de tiendas físicas, sumado a una gestión ineficaz, llevó a un aumento de la deuda y, en última instancia, a la primera quiebra de la marca en 2019.

La quiebra de 2019 no fue una sorpresa para muchos. Los problemas de la marca venían gestándose desde años atrás. La empresa había comenzado a perder cuota de mercado, especialmente entre los consumidores más jóvenes, que preferían comprar online en lugar de visitar tiendas físicas. El crecimiento del comercio electrónico y la forma en que las nuevas generaciones se comportan como consumidores hicieron que Forever 21, cuyo modelo de negocio dependía en gran medida de la venta en sus tiendas físicas, quedara rezagada.

Para intentar salvar la marca, en 2020 un consorcio de inversores, entre los que se incluyen Simon Property Group, Brookfield y Authentic Brands Group (ABG), compraron Forever 21 por 81 millones de dólares. Sin embargo, a pesar de los esfuerzos para revitalizar la marca y poner en marcha una serie de estrategias para reducir la deuda, como la reestructuración de su red de tiendas y la mejora de su tienda online, los resultados fueron limitados. El entorno competitivo se volvió aún más difícil, y las ventas continuaron cayendo a medida que la marca luchaba por adaptarse a los nuevos hábitos de compra.

Con la quiebra nuevamente sobre la mesa, Forever 21 ha tomado decisiones drásticas en los últimos meses, cerrando más de 200 tiendas en todo el mundo. Además, la marca también ha tenido que recortar su personal a nivel corporativo para reducir los costes. Sin embargo, a pesar de estos esfuerzo, la situación sigue siendo incierta. Las ventas no han repuntado como se esperaba, y la marca continúa luchando por encontrar su lugar en el mercado. Actualmente, Forever 21 está considerando reducir aún más su número de tiendas y centrarse únicamente en aquellos mercados que todavía pueden ser rentables. Sin embargo, algunos analistas sugieren que esta estrategia podría no ser suficiente para salvar a la marca a largo plazo.

A pesar de las constantes reestructuraciones y de los esfuerzos por mantenerse vigente, el futuro de Forever 21 parece cada vez más incierto. La falta de un comprador dispuesto a adquirir la marca y el creciente dominio del comercio electrónico han dejado a la empresa sin muchas opciones. Los intentos de adaptación, como la contratación de nuevos diseñadores y la mejora de su infraestructura de comercio electrónico, pueden ser insuficientes para competir con marcas que han logrado dominar el mercado digital.

Si bien la empresa todavía tiene esperanzas de salvar algunas tiendas en ubicaciones estratégicas y continuar operando a nivel global, la posibilidad de que Forever 21 cierre definitivamente es cada vez más real. Con la feroz competencia de Shein, Temu y otras marcas online, el panorama para Forever 21 sigue siendo sombrío. Solo el tiempo dirá si la marca podrá renacer o si se unirá a la lista de grandes marcas que ya han desaparecido del mercado.

La historia de Forever 21, desde su auge hasta su caída, ofrece lecciones valiosas para la industria de la moda. La capacidad de innovar, de adaptarse y de mantenerse al día con las tendencias de consumo es más importante que nunca.