Díaz presiona a Sánchez para financiar la entrada de la SEPI en Telefónica con cargo a los presupuestos
El Gobierno debe decidir ahora cómo financiará la entrada del Estado en el accionariado de la teleco
Yolanda Díaz presiona a Pedro Sánchez para que la entrada de la SEPI (Sociedad Estatal de Participaciones Industriales) en el accionariado de Telefónica se financie con cargo a los Presupuestos Generales del Estado (PGE). Así lo han asegurado fuentes de la formación socialista a OKDIARIO conocedoras del proceso, durante la misma jornada en que el Consejo de Ministros aprobó de urgencia la creación de la pública Sociedad Española para la Transformación Tecnológica (SETT), ya conocida como la SEPI Digital con la que el Gobierno controlará la entrada del Estado en Telefónica y movilizará unos 20.000 millones en inversiones tecnológicas.
El ex presidente de la SEPI y ex director de la AEAT (Agencia Estatal de Administración Tributaria), Ignacio Ruíz-Jarabo Colomer, explica que la obtención de la financiación por parte del Estado para entrar en Telefónica «la puede hacer exactamente igual la SEPI que la nueva SETT».
Es decir, «la SEPI puede endeudarse y pasarle la financiación obtenida a la SETT, bien con préstamo -y la deuda de la SEPI con los mercados la tiene a su vez compensada con su crédito central SETT-, o bien la SEPI entra en el capital social de la SETT». En definitiva, «de un modo u otro, con capital propio o capital ajeno, la SETT se financiaría de la SEPI y la SEPI de los mercados y, alternativamente, puede ser directamente la SETT la que se financie. Ambas son factibles», apuntala Ruíz-Jarabo.
Financiación con fondos europeos
Otra variable sostenida por el sector, desde que el Gobierno diera a conocer la noticia de su entrada en Telefónica, sería la de acudir a los fondos europeos. De hecho, el pasado martes se conoció que la SETT, que estará adscrita al Ministerio para la Transformación Digital y de la Función Pública, tendrá como principales funciones el impulso y ejecución de inversiones en sectores estratégicos vinculados a la transformación digital.
¿Podría ser esta la excusa perfecta para que Sánchez acudiera, una vez más, al salvavidas comunitario? Ruíz-Jarabo recuerda que la transformación tecnológica es «efectivamente, una de las posibilidades de financiación de los fondos europeos, pero no la mera compra de participaciones de la SETT». En su opinión, «las participaciones en capital en entidades privadas no es una transformación tecnológica».
En esta línea, «que la SETT se haga con el 10% de Telefónica, con un 10% adicional de Indra y con un 15% de otra sociedad, en sí mismo, no es una transformación tecnológica». Para el expresidente de la SEPI, «montar un holding tecnológico sin más no supone cumplir con el requisito» de transformación tecnológica para hacerse con los fondos europeos.
Por su parte, el economista Juan Iranzo explica a este periódico que, para eludir dar explicaciones a Bruselas, el Estado quizás podría intentar acudir a «la financiación externa vía Europa, con créditos a muy largo plazo y a tipos de interés casi ridículos». En opinión del experto, «sería más fácil articularlo por la SEPI» puesto que, en la actualidad, «está muy endeudada y con grandes pérdidas».
Renacionalización de ‘estratégicas’
Este es el fin último del actual Gobierno de coalición o, al menos, del ala comunista, tal y como literalmente ha venido avisando la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz.
Para Iranzo, «hay que negar la mayor: que no tiene la más mínima justificación ni explicación la renacionalización parcial de Telefónica». En su opinión, «para evitar problemas estratégicos, hay otros mecanismos».
Ruíz-Jarabo va más allá y cree que lo que el Gobierno está haciendo es «reinventar el INI (Instituto Nacional de Industria) franquista, lo cual no deja de ser curioso porque el INI era franquista para empezar y, a continuación, porque se hizo a imagen y semejanza del INI italiano, hecho por un fascista que era Mussolini». Para el ex presidente de la SEPI, el Ejecutivo de Sánchez «tendría que hacerse mirar» pues apoya «elevar a los altares la memoria democrática» a la par que «estigmatiza todo lo que huele a franquismo, nazismo, fascismo», cuando la realidad es que Sánchez «está reproduciendo el modelo empresarial de estos movimientos».
Para Ruíz-Jarabo, sea como fuera la articulación de la entrada de la SEPI en Telefónica, «lo que pretenden es claramente entrar a saco en el sector privado y, a partir de ahí, mangonear todo». Es decir, «en primer lugar, tener al sector privado, en cierto modo, amordazado, porque le está financiando. Y, en segundo lugar, pues fíjate, la de nuevos puestos que surgen tanto en las nuevas empresas públicas como en los puestos de consejeros de las empresas públicas y de las privadas» para colocar a allegados de Sánchez.
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