El final de temporada de Rodrygo Goes en el Real Madrid no está siendo sencillo. El jugador no termina de sentirse bien, y una última lesión muscular en el bíceps femoral le impedirá volver a jugar esta temporada en el estadio Santiago Bernabéu. Su futuro no está nada claro, pero antes de tomar una decisión, el brasileño tiene pendiente una charla con Xabi Alonso, con quien aún no ha hablado y, por tanto, desconoce qué espera de él el técnico donostiarra en esta nueva etapa que se abre en el club blanco.
Xabi Alonso se pondrá manos a la obra en la última semana de mayo, y uno de sus primeros cometidos será sentarse a hablar con Rodrygo. El brasileño ha vivido una temporada complicada, en la que es plenamente consciente de que no ha estado a su mejor nivel. Sin embargo, también considera que muchas de las críticas recibidas han sido desmesuradas e injustas, ya que no ha sido el único que no ha rendido como se esperaba.
Rodrygo está ahora centrado en recuperarse de su lesión, y es probable que ni siquiera pueda acudir con Brasil a los compromisos del mes de junio. Es decir, actualmente tiene difícil estar en la primera convocatoria de Carlo Ancelotti como seleccionador brasileño. No obstante, sabe que debe sentarse con Xabi Alonso, y lo hará con la única intención de escuchar qué quiere el entrenador de él.
El dibujo y estilo del Real Madrid para la próxima temporada apunta a cambiar con la llegada de Xabi Alonso, y Rodrygo quiere saber cuál será su papel en ese nuevo esquema. Si seguirá siendo importante o pasará a ocupar un rol más secundario; también si mantendrá su posición habitual o no. En definitiva, quiere conocer los planes que tiene el técnico con un jugador que ha sido clave en el club blanco durante los últimos años.
Una vez ambos hayan hablado, Rodrygo tomará decisiones. Pero debe quedar claro que su prioridad absoluta es seguir triunfando en el Real Madrid. Solo si Xabi Alonso le hace ver que no va a ser importante, que será un suplente de lujo, valorará la posibilidad de buscar una salida. Y esa vía de escape pasa por la Premier League, más concretamente por el Manchester City, donde Pep Guardiola le espera con los brazos abiertos.
El Real Madrid es consciente de que la venta de Rodrygo reportaría una cantidad significativa de millones a un club decidido a reforzarse este verano. Sin embargo, también saben que su salida debilitaría la delantera madridista. Las próximas semanas serán decisivas para conocer el futuro del jugador brasileño, que, salvo sorpresa, jugará el Mundial de Clubes.