La plantilla del Real Madrid aprendió la lección el pasado martes tras empatar a dos en la ida de las semifinales de la Champions: «Si no estamos al máximo, perderemos contra el Bayern». No estuvo bien el equipo en el Allianz Arena y Carlo Ancelotti se ha encargado de dejarlo claro tanto en el vestuario, donde mostró su enfado por la actuación de los suyos, especialmente en el apartado defensivo, y como públicamente. El italiano no ha tenido problema a la hora de decir lo que no le gustó de su equipo.
De hecho, Ancelotti se marchó muy enfadado del Allianz Arena. Se le notaba en la cara tras el encuentro y no se mordió la lengua en la rueda de prensa, pero sobre todo se lo dijo a sus jugadores en el vestuario. «Esto es un equipo, no quiero más caritas», les dijo a sus futbolistas tras los gestos de algunos en los cambios o cuando se enteraron de que iban a ser suplentes.
El vestuario del Real Madrid no tardó en captar el mensaje y en hacer autocrítica. La fuerza de los blancos está en el bloque, en la palabra equipo en mayúsculas. Si bien es cierto que en Múnich se cometieron errores y hubo alguna actitud que no fue la correcta, al mismo tiempo, posiblemente lo más importante, es que los futbolistas se dieron cuentan de sus fallos. De lo que no puede volver a pasar.
Una semana después, la plantilla del Real Madrid es plenamente consciente de que tienen que ser tremendamente responsables a la hora de enfrentarse a un Bayern al que respetan mucho. Desde el vestuario madridista explican que los futbolistas conocen perfectamente la historia del club alemán y saben perfectamente lo que significa este tipo de eliminatorias.
Los detalles marcarán la diferencia
En la caseta madridista también tienen muy claro que los detalles marcarán la diferencia. No se pueden cometer errores. Los blancos deberán estar muy concentrados desde que comience el encuentro para no cometer errores. Los blancos lo tienen muy claro y saldrán muy concentrados al césped del estadio Santiago Bernabéu.
Los jugadores del Real Madrid llegan a este duelo tan felices, por el subidón anímico que les ha dado ganar la Liga, como concentrados. Saben lo que se juegan y no quieren fallar. Por ello, todos juntos llegaron a la conclusión de que el sábado, tras confirmarse el alirón, no había que celebrar nada.
«Una celebración no habría apartado del foco», aseguran desde el vestuario del Real Madrid a OKDIARIO. La plantilla está muy focalizada en este encuentro, el partido en mayúsculas de lo que va de temporada.
El rendimiento defensivo del Real Madrid
Si Ancelotti salió enfadado del Allianz por la actitud de algunos de sus jugadores y por el juego desplegado, lo que especialmente le molestó fue el rendimiento defensivo del equipo.
«Puede ser otra noche mágica para nuestra afición, pero no hay optimismo, sino el conocimiento de las dificultades que nos podemos encontrar en el partido. Nos conviene más un partido con intensidad y ritmo ofensivo y defensivo. A nivel defensivo en la ida se pudo hacer mucho más. Queremos un partido intenso», aseguró Ancelotti en rueda de prensa.
El italiano sabe que deben ser más sólidos atrás. La defensa será clave y para ello no sólo se debe mirar a los cuatro de la línea defensiva, sino a todo el equipo. El compromiso del colectivo será importantísimo y desde esa seguridad defensiva esperan cimentar la clasificación para la final de la Champions.
El espejo del Real Madrid es la versión que mostraron en el Etihad en la vuelta de los cuartos de final de la máxima competición continental. Aquella noche, el despliegue defensivo de los madridistas fue heroico y, aunque el sometimiento de los alemanes no será ni parecido al que ejerció el Manchester City, el compromiso debe ser el mismo.