Venezuela amargó la noche a Vinicius y Rodrygo en este tercer partido de las eliminatorias rumbo al próximo Mundial. Los dos jugadores del Real Madrid eran titulares en el once de Fernando Diniz con Brasil en Cuiabá acompañando a Neymar en un tridente más que desequilibrante, con Richarlison como referente ofensivo. Pero no fue suficiente. Pese al gol Gabriel, un gol de Eduard Bello en el 84′ dinamitó el partido y repartió los puntos.
Brasil venía de una goleada ante Bolivia (5-1) y un triunfo por la mínima ante Perú (0-1) en el anterior parón y quería refrendar sensaciones con Diniz en el banquillo, sobre todo teniendo en cuenta que este próximo miércoles se enfrentaban a Uruguay, el rival más sólido hasta el momento en las eliminatorias. Pero Venezuela tuvo claro cuál era su lugar, su plan, y fue a Cuiabá, en el Arena Pantanal, con la intención de jugar cerrada y molestar todo lo posible a Vinicius y Rodrygo.
Pese al peligro constante de Brasil, que aglutinó un gran número de posesiones durante prácticamente todo el partido, Venezuela sabía que a la contra podía hacer mucho daño ante una selección que se vuelca al ataque, acumula muchos hombres y tiene dificultades en el repliegue. Fue así como llegaron algunas intentonas al contragolpe de la Vinotinto que, lejos de intimidar a los brasileños, avivaron más y más su juego.
Pero pese a los intentos de Vinicius y Rodrygo por los costados, buscando la espalda o probando el regate, el muro venezolano se erigió como insalvable. Brasil chocó una y otra vez con la zaga vinotinto, que repelía y dejaba pocas opciones, las que salvó un Romo muy ágil bajo palos. Casemiro intimidó desde fuera del área pero el gol estaba reservado para la estrategia. Una muy buena pelota parada de Neymar permitió el testarazo de Gabriel, que se adelantó a todos para marcar y poner por delante a los locales, dándole también alas, aunque no puntería…
Vinicius y Rodrygo, sin puntería
Brasil estuvo mucho más lúcida tras el gol en el arranque del segundo tiempo pero Venezuela se resistía y ataque perdonaron más de lo que debían los brasileños. No anduvo fino de cara a puerta ni Vinicius, que se asoció muy bien en varias acciones con Neymar, ni tampoco Rodrygo que, a diferencial del Vini, jugó el partido completo. Fue en el 78′ cuando el seleccionador brasileño decidió cambiar a Vinicius y fue cinco minutos después de la entrada del revulsivo Eduard Bello en la Vinotinto cuando éste consiguió un auténtico golazo, una tijereta que sorpredió a todo el estadio para el 1-1 en el 84.
Amargo primer partido de este parón de selecciones para Vinicius y Rodrygo, que pese a ser de los más activos en Brasil, no gozaron de esa capacidad para cerrar el partido cuando más lo necesitaba su selección. Este próximo miércoles ante Uruguay juegan un partido más vital si cabe tras este resultado en su camino hacia el próximo Mundial, sobre todo tras el pleno de triunfos que sí acumula Argentina, su rival en noviembre y principal enemigo por el liderato de estas eliminatorias.
