Hubo un tiempo en el que uno llegaba al estadio Santiago Bernabéu y se encontraba con puestos que venden bufandas, camisetas, pines o banderas, todas oficiales, en los aledaños del coliseo madridista. De repente, este casi centenar de puestos han desaparecido alarmantemente y Chamartín se les echa más de menos que nunca. Esta noche, contra el Villarreal, se podrá ver de nuevo lo mucho que se les echa de menos.
Uno no sabe lo que tiene hasta que lo pierde y uno no valora las cosas que siempre tiene. Ahora, cuando el aficionado del Real Madrid llega al Santiago Bernabéu, se encuentra con un entorno desangelado. Los puestos que han convivido con el feudo madridista durante más de 60 años han sido desplazados, ya no están. O, para ser más correctos, ya no están tantos como antes.
Muchos de estos puestos han sido desplazados al Paseo de La Castellana, alejados del estadio, mientras que en los alrededores del Bernabéu sólo hay puestos en la plaza de los Sagrados Corazones y en Concha Espina. La imagen es desangelada y, lo peor, es que cientos de familias, autónomos que ya lo pasaron realmente mal con la pandemia, lo están sufriendo.
«No sabemos el motivo por el que no podemos montar puestos», asegura a OKDIARIO Rubén García Villaplana, propietario de dos de ellos. «Yo creo que es por los vecinos, aunque en realidad no lo sabemos. Lo único que queremos por parte de la concejalía es que nos lo expliquen, pero es que no nos dicen ni sí ni no. Vivimos en una incertidumbre constante», añade.
«Toda la vida hemos convivido con los vecinos y ahora ellos han aprovechado su fuerza para arremeter contra todo. Nosotros estamos regulados y somos legales. Pagamos nuestros impuestos, creamos empleo y damos de comer a muchas familias. Nuestro miedo es que nos desplacen a todos a La Castellana, como ya le ha pasado a muchos compañeros», explica Rubén.
El propio Rubén, que tiene un puesto de bufandas en la calle Concha Espina y otro ha sido desplazado al Paseo de La Castellana, habla de una diferencia de 600 euros de ingresos entre un puesto y el otro. «En el que está en el Bernabéu puedo ingresar un día de partido 800 euros, en el que está más alegado ingresamos 200 euros», asegura.
La ambición de los vecinos
Los dueños de los puestos también creen que los vecinos están aprovechando el momento y el ruido del Bernabéu. «Estamos en la asociación de vecinos y hablamos con ellos para saber qué puntos de desencuentro teníamos entre ellos y nosotros. Nos dijeron un par de cosas, como que le molestaba los pitos de las bocinas. Las quitamos y ya está, porque al final nosotros entendemos a todo el mundo y lo que queremos es seguir trabajando», explica. Incluso, están dispuestos a renunciar a ir a todo lo que no sean partidos de fútbol.
Además, Rubén también explica que se quiere modernizar para mejorar el aspecto visual actual. «Tenemos que hacer avances y vamos a cambiar los motores de gasolina -que hacen mucho ruido-, por baterías y generadores. Queremos que todos los puestos sean iguales para mejorar el aspecto visual. Esto también se lo queremos transmitir a la concejalía, pero no nos dan reuniones», comenta.
El Real Madrid no tiene nada que ver
Lo que sí tienen claro es que el Real Madrid no tiene nada que ver. «Nosotros estamos en suelo público y nuestra licencia es con la Junta de Distrito. El Real Madrid es un perjudicado más de los vecinos. El club, al final, es el que nos vende los productos», explican.
Para finalizar, Rubén deja una reflexión muy dura y preocupante: «Tenemos miedo. Si vamos a La Castellana los puestos van a desaparecer. No sabemos cuanto tardará, pero acabarán con nosotros. Por mucho que queramos trabajar y dar trabajo, no vamos a poder».