Fede Valverde hizo uno de los goles de la temporada en el duelo que enfrentó a Real Madrid y Mallorca en el estadio Santiago Bernabéu. El uruguayo corrió como un auténtico velocista durante 52 metros. Fue la distancia que recorrió desde que enganchó el balón antes de llegar a la medular y lo soltó en la media luna del área. Lanzó un misil imparable para el meta bermellón, igualando el partido a un gol justo al término de la primera mitad. Un tanto tremendamente importante que dio a los blancos el empujón que necesitaban para terminar ganando a los baleares.
Valverde es una bendición para cualquier entrenador. Ante el Mallorca lo demostró. Cuando el Real Madrid recibió el primer gol del partido y le tocó enfrentarse a un muro de color rojo imposible de derribar, decidió hacer una genialidad para igualar una contienda que terminaron ganando los blancos cómodamente, pero no se puede olvidar que el gol que hizo que todo fuese cuesta abajo fue el del charrúa.
Valverde no deja de coger galones. Es un líder humilde que está aprendiendo día a día lo que es el Real Madrid. Todavía tiene mucho que aprender y debe seguir creciendo, pero si mantiene su progresión está llamado a ser uno de los mejores jugadores del mundo en su puesto.
En la rueda de prensa posterior al encuentro, Ancelotti no quiso regalar los oídos del charrúa, pero nadie esconde en el vestuario que es una pieza clave. «Uno es líder cuando es un ejemplo y Federico es muy muy importante para nosotros. Lo está haciendo muy bien, sigue siendo muy humilde y esto le puede ayudar para ser un líder en el futuro. Aquí tenemos muchos líderes que lo son con ejemplos, no con la lengua. Esto es muy importante», explicó el italiano.
Lo que es seguro es que Valverde es un auténtico regalo para Ancelotti. Un jugador que siempre está y siempre responde. Él se siente cómodo jugando de interior, pero en el Real Madrid ha brillado en el costado derecho del ataque madridista y, en situaciones de emergencia, ha llegado a ser lateral derecho. Un diamante que el club sigue puliendo y que está llamado a ser un auténtico líder.
