El Real Madrid ganó la Champions League por fútbol, pero al menos en el mismo grado por lo sentimental de un club hecho por y para ganar. Tan fuerte es el aura que desprende la entidad en las grandes noches europeas y, especialmente, las que se disputan en el estadio Santiago Bernabéu, que hasta la UEFA, pese a la animadversión de su presidente Aleksander Ceferin por el club merengue, reconoce en el informe técnico de la pasada edición de la Champions que el factor Bernabéu resultó clave en la coronación del campeón.
“El Madrid tiene una fuerza oculta, tal y como reconoció Roberto Martínez, el observador del partido de vuelta de octavos contra el PSG, el primero de una serie de extraordinarias remontadas en el Santiago Bernabéu”, se puede leer el informe que la UEFA ha hecho público. “La palabra ‘milagro’ apareció en más de un titular de periódico en la mañana siguiente al duelo ante el Chelsea. Sin embargo, el Madrid solo estaba calentando», continúa, antes de centrarse en una aparición considerada como casi divina.
«En las semifinales ante el City, Courtois salvó la eliminación ante Grealish y propició una nueva y repentina resurrección de Lázaro…», cuenta el organismo en sus líneas, donde también hay hueco para la gran final que supuso la Decimocuarta. «En la final con el Liverpool el cántico de los fans madridistas sonó más fuerte: ‘Así gana Madrid’. Siempre encuentra una manera de ganar, y en el partido más grande lo hizo una vez más”, finaliza.
Los más destacados de la Decimocuarta
La UEFA, además de destacar la figura de Carlo Ancelotti como arquitecto del éxito del conjunto blanco y las de Modric y Vinicius por su jerarquía y desequilibrio, respectivamente, ensalza sobremanera a dos jugadores clave para la consecución de la Champions League: Karim Benzema y Rodrygo Goes. El ariete francés fue el máximo goleador con 15 tantos, pero también el que más disparó (46 tiros), con la mitad de sus lanzamientos (23) a portería.
Sobre Rodrygo se destaca la determinación para anotar cinco goles a partir del minuto 80 de partido, entre ellos los conseguidos ante el Chelsea y el Manchester City en cuartos y semifinales de un torneo que también será recordado como el de la explosión del joven valor brasileño. Además, también cabe destacar por la UEFA el impacto de Thibaut Courtois, más allá de la monstruosa final en la que maniató al Liverpool. El cancerbero belga logró casi cinco paradas por partido, con un total de 59 en la edición.