La UEFA ha vivido dos malas experiencias recientemente en la organización de finales de sus eventos. El organismo dirigido por Aleksander Ceferin ha reforzado su dispositivo de seguridad para la final de Champions League que mide al Real Madrid y el Borussia Dortmund llenando las calles de policías y seguridad privada.
El rector del fútbol europeo se ha gastado cinco millones de libras adicionales de su partida habitual en este concepto. Han vallado todo el estadio y sus alrededores y la sensación es de seguridad total y absoluta con grupos de policías controlando la circulación de los aficionados.
Las escenas que se vivieron en Wembley durante la final de la Eurocopa 2021 con aficionados colándose en el estadio y con evidentes síntomas de ebriedad difícilmente se van a repetir con una UEFA que se ha afanado en blindarlo todo. La organizadora de la Champions League ha llenado también de cámaras todo el perímetro del estadio y la sensación de control es total y absoluta habiendo abierto las puertas del estadio cuatro horas antes del inicio del partido.
En el recuerdo de todo el mundo están los graves incidentes que se produjeron en París en la final de la Champions de 2022 cuando el duelo entre el Liverpool y el Real Madrid tuvo que empezar más tarde del horario previsto por culpa de la inseguridad, los robos y todo tipo de incidentes que arruinaron la experiencia de muchos aficionados.
La UEFA ha tomado cartas en el asunto para que en esta final solamente se hable de fútbol y se olvide la otra cara del deporte que desafortunadamente suele aparecer en partidos como éste donde la tensión se corta en el ambiente. De todas maneras, la educación y la convivencia pacífica reinó entre las aficiones de Dortmund y el Real Madrid en las horas previas al encuentro que designará al siguiente campeón de Europa.
