El Real Madrid debe pasar página rápidamente de su eliminación en Champions ante el Arsenal. No le queda otra. El calendario es exigente y, una vez que han cedido su trono en el continente tras caer en cuartos, deben centrarse en lo que les queda. Vivos todavía en Liga y en Copa del Rey y con el Mundial de Clubes muy en el horizonte, los madridistas tienen otras tres finales en los próximos nueve días. Las dos primeras por seguir con opciones en el campeonato, ante Athletic y Getafe, mientras que la tercera será una final con todas las letras: la que jugarán en La Cartuja contra el Barcelona en Copa.
La temporada de los blancos no podrá culminarse con la Decimosexta, pero sí que pueden todavía firmar un doblete Liga-Copa, algo que no se logra desde 1989 en Concha Espina. Pero para ello los madridistas deben acelerar esta semana. La imagen dada en cuartos de final de la máxima competición estuvo lejos de la esperada, por lo que tienen que activarse de cara a una semana clave, si no quieren tirar en una semana y media todo el trabajo de la temporada.
Aunque no serán precisamente partidos fáciles. Los madridistas recibirán este fin de semana al Athletic. Los bilbaínos llegarán con poco descanso tras su partido de vuelta de cuartos de final de la Europa League. El desgaste de los vascos será claro y todo apunta a que Valverde rotará en el Bernabéu, aunque en juego tendrán también mantener su sólida ventaja en los puestos de acceso a la Champions.
No podrán fallar los blancos, que tienen que recortarle cuatro puntos al Barcelona en las últimas jornadas –en las que habrá además un Clásico– si quieren ganar la Liga. Apenas tres días después de medirse a los rojiblancos, irán a Getafe, donde esperan los de Bordalás. Con su principal objetivo ya conseguido –la permanencia– los azulones pueden empezar a soñar con ser octavos, lo que les permitiría jugar la próxima edición de la Conference League.
La victoria en esos dos partidos es fundamental para mantener sus opciones en Liga. Luego, deberán esperar un pinchazo del Barça en alguna de estas dos jornadas para reducir la distancia entre ambos equipos. Aunque de no llegar, seguirían vivos a falta de cinco jornadas para el final del campeonato. Todo, a días de jugar la final de la Copa del Rey.
El Clásico de Copa marcará la temporada
Porque si esos dos encuentros son importantes para los de Ancelotti, no será menos la final de la Copa del Rey. El próximo 26 de abril, a las 22:00 horas, en Sevilla, el Real Madrid se jugará el primer título grande de la temporada. Lo hará en un Clásico contra el Barcelona donde no habrá margen de error y que, debido a las circunstancias actuales del conjunto blanco, supondrá un punto de inflexión claro de cara al mes que restará de curso antes del Mundial de Clubes.
El duelo contra los azulgranas llegará en un momento en el que las sensaciones no son nada buenas por Valdebebas. Con la eliminación en Champions y con la Liga complicada, puesto que no dependen de sí mismos, el Real Madrid tiene parte de las esperanzas de levantar uno de los tres títulos grandes de la temporada. Todo, después de no haber ganado un Clásico esta temporada, puesto que cayeron 0-4 en el Bernabéu en Liga y 5-2 en la final de la Supercopa, en Arabia.