Esta es la historia de Tiago da Costa Faria, un peluquero brasileño de 35 años que desde el madrileño barrio de Carabanchel ha llegado a cortar el pelo a estrellas mundiales como Militao, Rodrygo, Endrick o Ronaldo Nazario. Un joven que sabe lo que cuesta todo lo que tiene, ya que tuvo que pelear mucho para conseguirlo, orgulloso de un equipo que seguirá creciendo y al servicio de sus clientes, sin importar que su trabajo sea jugar de blanco en el Santiago Bernabéu o de rojiblanco en el Metropolitano o un currante de esta localidad del sur de la capital de España.
Tiago ahora se ríe al recordarlo, pero en Brasil era carnicero, aunque el destino tenía otros planes para él. En su país comenzó a cortar el pelo y se dio cuenta de que tenía potencial. En 2017 viajó a España sin papeles, pero con muchas ganas de comerse el mundo. Trabajó en una obra, donde cortaba el pelo a sus compañeros. Así fue creciendo hasta comenzar a cumplir todos sus sueños. Y cuando se le pregunta por el futuro, duda y le cuesta decir algo, aunque tras reflexionar deja claro que quiere ayudar a los demás como le ayudaron a él antes.
En Tijera de Oro, tal y como se llama su peluquería, habla con OKDIARIO de una de las cosas más importantes de los jugadores de fútbol: su peinado. «Para ellos, cortarse el pelo es un ritual. Por ejemplo, Gabriel Paulista nunca lo hace en el día de un partido y siempre lo tiene que hacer el día antes, independientemente de como sea mi agenda. He discutido mucho con él por esto, incluso le he ofrecido pagarle yo, pero le da igual. Luego, por ejemplo, está Militao, que me ha llamado para ir a Estados Unidos, Marruecos o Inglaterra a cortarle el pelo», explica.
Tiago también destaca la seriedad de los jugadores del Real Madrid cuando empiezan la temporada. «Cuando empiezan la pretemporada buscan el corte de pelo más tradicional posible. Juegan en el Real Madrid y no pueden llevar el pelo rojo o morado. Tienen que cumplir una serie de reglas porque pertenecen a la entidad más importante del mundo. Deben mantener un patrón. Se pueden hacer una rayita, pero pocos cambios más», comenta.
Tiago, como brasileño, también habla de cómo cortaría el pelo a Vinicius para recoger posiblemente el Balón de Oro el próximo mes de octubre: «Yo intentaría que llegase con un corte de pelo algo diferente, especial. Va a ganar el Balón de Oro, no hay otro».
El peluquero Tiago ha conseguido que en el barrio puedan aparecen jugadores de máximo nivel. Estrellas planetarias como Ronaldo o Julio Baptista cruzan esa puerta para ponerse en sus manos o las de cualquier miembro de un equipo que actúa como una familia. «Yo no sería nada sin ellos», dice Tiago mientras pide a sus cuatro trabajadores que aparezcan en cámara. «Somos un equipo que trabajamos en conjunto para llevar alegría tanto para los futbolistas, con toda la gente de barrio».