César Soto Grado será el encargado de dirigir el partido en el que estará la Liga en juego, en el Clásico entre el Real Madrid y el Barcelona. Será el primer encuentro entre los dos grandes de nuestro fútbol que arbitre desde el terreno de juego, puesto que ya estuvo al frente del VAR en el duelo del pasado curso en el Camp Nou. Allí anuló de manera muy polémica un tanto de Asensio que suponía el 1-2 y que metía al conjunto blanco en la pelea por el título. Minutos después, el Barça se llevaba la victoria con un gol en el descuento.
La imagen no era nada clara y levantó todas las sospechas. En pleno estallido del caso Negreira, del que se empezaban a conocer detalles sobre los pagos del Barcelona al que fuera vicepresidente de los árbitros, llegó una acción muy ajustada que dejaba al Real Madrid fuera de la pelea por la Liga. Hasta el punto de que Ancelotti, en rueda de prensa, llegó a poner en duda la decisión tomada en el Clásico por Soto Grado. «Tendré que creerme que era fuera de juego», señaló entonces el técnico madridista.
Aquel gol llegó después de que Carvajal asistiese a Asensio. Sin embargo, desde el VAR se dio la orden de que no subiera al marcador, al entender que el balear, ahora jugador del PSG, estaba en situación antirreglamentaria. Así lo mostraba el frame elegido, en el que además aparecían por separado el momento del pase –sin que el balón hubiese salido del pie de Carvajal– y la posición de Asensio. Sin embargo, en otra imagen posterior, con el balón saliendo de la bota del lateral, el goleador sí que aparecía habilitado.
El conjunto blanco llegaba entonces a nueve puntos de los culés, pero el tanto de Asensio les ponía a seis en la clasificación, devolviéndoles a la pelea por el título. Sin embargo, Soto Grado decidió desde el VAR tirar unas líneas en las que Asensio parece estar ligeramente adelantado, aunque no en el momento exacto del pase. La invalidez de aquel tanto, unido al gol posterior de Kessié, con el Real Madrid lanzado de nuevo, permitió al Barcelona marcharse a 12 puntos, sentenciando una Liga que terminaría ganando.
Desde el terreno de juego, será la cuarta vez en la que pite al Real Madrid y la tercera al Barcelona. En el caso del conjunto blanco, no les señaló un claro penalti de Ruibal a Rodrygo en el Benito Villamarín, frente al Betis, en el único duelo bajo su mando en el que se han dejado puntos. En el caso del Barcelona, dos empates esta temporada, ante Getafe y Granada, ambos a domicilio. En el Coliseum anuló un gol de los de Xavi por mano previa de Gavi, mientras que expulsó a Raphinha por una agresión a Gastón.
Soto Grado, al Clásico tras varias polémicas
El pasado año, Soto Grado también pitó cuatro partidos de Liga a los blancos, destacando un nuevo empate en el Villamarín frente al Betis. Entonces se quedó sin sancionar una pena máxima sobre Benzema que parecía más que clara. William Carvalho le metió la pierna y le derribó sin tocar balón. Pese a que el colegiado estaba detrás, no señaló nada.
Sí que pitó, jornadas antes, un penalti de Alaba por una mano cuando se estaba cayendo. El reglamento al respecto es claro: mano que apoya o en dirección al punto de apoyo, no es punible. En este caso, en el que el central madridista se desequilibró e iba hacia el suelo, el balón le impacta en el brazo cuando va a apoyarlo pero Soto Grado decretó la pena máxima.
En la temporada 21-22, ante Osasuna, protagonizó uno de los momentos que más se le recuerdan con el Real Madrid. Entonces, después de no conceder un penalti de Torró sobre Vinicius y, cuando los madridistas le fueron a recriminarle el poco tiempo añadido, el colegiado respondió «habéis tenido 90 minutos para marcar, así que no me vengáis protestando ahora que si pongo un minuto», en un encuentro que terminó sin goles.
Un año antes había pitado el mismo encuentro pero en el Sadar, en plena Filomena. Entonces pasó por alto un penalti cometido sobre Casemiro en la última jugada de un duelo que terminaría con el mismo resultado, con empate a cero. El Real Madrid perdió esa Liga por dos puntos.