La presencia de Kylian Mbappé en la final de la Copa del Rey que medirá el próximo 26 de abril a Barcelona y Real Madrid en el estadio Olímpico de La Cartuja no corre peligro. El francés tendrá que cumplir un mínimo de dos partidos de sanción, lo que espera el club blanco, o un máximo de tres, por lo que todos ellos serán en Liga, mientras que estará en el duelo contra los azulgranas.
Soto Grado, a la hora de redactar el acta del encuentro, reflejó lo siguiente: «En el minuto 38 el jugador (9) Mbappé Lottin, Kylian fue expulsado por el siguiente motivo: Por entrar con el pie en forma de plancha a la altura de la espinilla de un contrario, en la disputa del balón, usando fuerza excesiva». Por lo tanto, la sanción será, como mucho, de tres encuentros.
Mbappé fue expulsado con roja directa a los 39 minutos del encuentro que enfrentó a Alavés y Real Madrid tras cometer una dura entrada sobre Antonio Blanco. El francés llegó muy tarde a la acción y pisó el gemelo del canterano madridista. En un primer momento, Soto Grado le sacó amarilla, pero tras ser advertido por el VAR acudió al monitor para cambiar su decisión y expulsar al madridista.
Mbappé cometió un error garrafal que perjudicó a su equipo. Y es que la entrada fue tremendamente violenta. De hecho, la decisión de Soto Grado de castigar esa entrada solo con una amarilla fue un error grosero del colegiado. El jugador del Real Madrid utilizó una fuerza excesiva y pudo hacer mucho daño al cordobés.
El perdón de Mbappé
Mbappé se equivocó y lo reconoció de inmediato. En cuanto vio cómo Soto Grado se acercaba al VAR para revisar la entrada que propinó sobre Antonio Blanco, sabía que se había equivocado. Por ello, el jugador del Real Madrid, cuando finalizó el encuentro, no dudó en acudir al vestuario del Alavés para pedir perdón al canterano madridista.
Desde el Real Madrid reconocen que Mbappé estaba «jodido». «Sabe que no ha estado bien», explican desde la caseta madridista, pero como ha hecho Davide Ancelotti en rueda de prensa, se esmeran en dejar claro que no tiene maldad alguna a la hora de hacer una entrada dura y merecedora de tarjeta roja.
«No he hablado con él después del partido. Él no es un chico violento, ha pedido perdón y es consciente de su error. Es una entrada de roja clara y ha pagado las consecuencias. Seguramente las muchas pequeñas faltas que le han hecho le hicieron reaccionar de esa manera, aunque es una manera de reaccionar equivocada. No le estoy justificando, pero puede que haya sido por eso», explicó Davide ante los medios de comunicación.