Benzema vuelve a sumar
Resultado del partido: Real Madrid 6 - 0 Valladolid
Lucas Vázquez: «Queremos que Benzema se quede, es nuestro capitán, nuestro ‘9’…»
Las notas del Real Madrid contra el Valladolid: Benzema llega justo a tiempo
A tres días de visitar el Camp Nou, un escenario que siempre le gustó, Benzema vuelve a sumar. El Balón de Oro recuperó su mejor versión con un impresionante hat-trick en siete minutos que asaeteó a un Valladolid blandito y amable. Rodrygo había abierto el marcador en un partido plácido para el Real Madrid que firmó un set ante un Bernabéu plagado de turistas. Los blancos, sin nada que hacer en la Liga, jugaron con la cabeza en el duelo de Copa ante el Barcelona, aunque esa ya será otra historia.
El once de Ancelotti era una convención de amigos de la cirugía estética: estaba plagado de retoques caras nuevas. Era una alineación confeccionada entre el descanso a los afectados por el virus FIFA y la visita del miércoles al Camp Nou en Copa, uno de los dos títulos que el Real Madrid puede ganar. Si le dejan.
El caso es que Carletto dio entrada a Lucas Vázquez por Carvajal en el lateral, mandó otra vez castigado a Camavinga al izquierdo y recuperó a Alaba como pareja de baile de Militao. Por delante también descansaba Modric, que no tiene pensado abdicar de Croacia, y Tchouaméni formaba un doble pivote con Kroos. Dispuso luego Ancelotti una línea de tres mediapuntas muy ofensiva, también sin Fede Valverde. Jugaban Asensio por la derecha, Vinicius por la izquierda y Rodrygo por el medio. Arriba el intocable Benzema, listo para volver a parecerse a sí mismo en la recta final de la temporada.
Llegaba al Bernabéu un Valladolid más exigido que una nadadora de sincronizada en los tiempos de Anna Tarrés. Pero con poco que perder, porque el partido ante el Real Madrid no era de su liga. Nació el duelo entre sol y sombra con un ritmo cadencioso. La parsimonia impregnaba cada jugada del equipo de Ancelotti.
El Valladolid se aprovechó de la torrija blanca para firmar la primera ocasión del partido. Fue en el minuto 10 y tuvo a Roque Mesa por protagonista. Su disparo desde la frontal se estrelló contra el poste izquierdo de Courtois. Un minuto después, con el Madrid dimitido de sus tareas defensivas, fue Monchu el que desperdició la segunda oportunidad pucelana con un remate blandito en el área pequeña que echó fuera.
De la torrija al frenesí
Mientras Ancelotti Jr. echaba un ojo al Ipad, el padre levantaba la ceja con esa cara de ya lo sabía yo. Reaccionó (pero poco) el Real Madrid siempre a lomos de Vinicius, de oficio agitador. Y no necesitó apenas juego para encarrilar el partido en el minuto 21. Lo hizo en una jugada nacida en un robo de balón de Camavinga, que inició la jugada por Tchouaméni. Fue Marco Asensio el encargado de acelerar y levantar la cabeza a un tiempo. Vio el desmarque de Rodrygo a su derecha, se la puso y el brasileño no perdonó con un tiro cruzado.
El gol dejó tocado al Valladolid y animó algo al Madrid. Benzema tuvo el 2-0 en una media volea que se encontró con Asenjo a lo Ayuso: centrado y con mano firme. No perdonó a la segunda, que era el filo del 30. Vinicius, al que Luis Pérez defendía con la mirada, puso un pase medido al segundo palo donde apareció emboscado Benzema para aprovechar el dueto de cantadas de El Yamiq y Asenjo. Pues 2-0 y partido resuelto.
Que pudo ser 3-0 si no lo llega a evitar Asenjo un minuto después en un mano a mano con Marco Asensio. Pero el Real Madrid ya había olido la sangre y Benzema firmó el doblete en el 32 en una acción cocinada con Rodrygo y Vinicius que abrochó el francés con un soberbio y tocadito disparo desde fuera del área.
El show de Karim continuó con el más difícil todavía: un hat-trick en 7 minutos. El tercero lo marcó Benzema de espaldas y de chilena dentro del área. El Bernabéu botaba y se relamía con la recuperación de su Balón de Oro. Normal, con el Camp Nou a la vuelta de la esquina… Pues nada, el Real Madrid firmaba una goleada exprés en un pispás y sin necesidad de acelerar demasiado.
Calienta Hazard
Tras el descanso Pacheta se fumigó de golpe a sus tres jugadores y el Valladolid volvió igual que en la primera parte: con un remate al palo. Lo protagonizó Kike en el 46. Otra vez la fortuna se aliaba con Courtois. El Real Madrid ni se inmutó porque estaba a lo de divertirse con la pelota. Y a que Benzema batiera los récords goleadores que hiciera falta. Y Karim quería.
También Rodrygo, que pudo firmar su particular doblete poco después de la hora de partido. La pinchó en el área, sentó a su par, pero su disparo se topó contra el palo. Entonces ocurrió lo imposible en el Bernabéu: salió Hazard. El belga, ex crack y quién sabe si ex futbolista, volvía a enfundarse la camiseta del Real Madrid cuatro meses después de jugar ante el Cacereño. Ancelotti retiraba a Benzema.
En el 64 Vinicius, que se había ayudado de la mano en el control, aceleró la jugada y asistió a Rodrygo que marcó a placer. El colegiado, avisado por el VAR (faltaría más), lo anuló con rapidez. Luego salió Vallejo por Alaba, otro cambio que da noticia de lo intrascendente del segundo tiempo, y Ceballos por Vinicius. Era el 68 y el Real Madrid llevaba un buen rato pensando en el Camp Nou.
En el 72, en plenos minutos de la basura, Marco Asensio firmó el quinto. Lo hizo en una maniobra individual en la que se apoyó en Rodrygo, que le devolvió la pared en la frontal. Marco levantó la cabeza y marcó con un disparo muy templadito que engañó a Asenjo. El Real Madrid embellecía aún más la goleada.
Los minutos finales sirvieron para poco. Quizá para constatar que Hazard está redondo de forma pero en sentido estricto. Redondo, redondo. Ahora se entiende que no juegue nunca. Hasta falló un gol cantado en una jugada en la que se le quedó la pelota atrás y la tripita delante. Afortunadamente, el partido se consumió no sin que antes Lucas Vázquez marcara el sexto a pase de Hazard y el Real Madrid abrochó un set cómodo y plácido, que es la mejor forma de viajar al Camp Nou en el Clásico que dirimirá quién será el finalista de la Copa.