Apenas quedan días para Kylian Mbappé tenga la libertad de firmar un nuevo contrato con el que club que le apetezca. Ese equipo viste de blanco y juega en el Santiago Bernabéu. El francés tiene la intención y la convicción de que la próxima temporada jugará en el Real Madrid y en el PSG, aunque les ha costado, ya lo han comprendido.
La entidad parisina, curiosamente rival del Real Madrid en los octavos de final de la Champions League, se rinde. Después de múltiples intentos por renovar a su estrella y sus reiteradas negativas asumen que Mbappé se marchará gratis en junio y que ya nada pueden hacer por evitarlo.
Según informa el prestigioso diario L’Equipe, desde el PSG son más pesimistas que nunca. En verano, el Real Madrid llegó a ofrecer una cantidad cercana a los 200 millones de euros, pero la oferta no fructificó y Mbappé continuó vistiendo la camiseta parisina.
Ese rechazó se interpretó como la última oportunidad para ganar tiempo y convencer a Mbappé de que el Parque de los Príncipes era el sitio ideal para seguir creciendo en un proyecto ganador junto a Leo Messi. Pero la realidad es que tanto el presidente, Nasser Al Khelaifi, como el director deportivo, Leonardo, ya no confían en una posible renovación porque las conversaciones están estancadas. Según el rotativo francés, consideran que han hecho todo lo posible para que el delantero continúe en el equipo donde ha jugado las últimas cinco temporadas cuando llegó procedente del Mónaco.
Mbappé no ha querido realizar declaraciones en las últimas fechas, aunque sí se ha dejado ver con motivo de su cumpleaños el pasado 20 de diciembre. El de Bondy celebró sus 23 años junto al resto de compañeros de la plantilla, que bromearon con su situación contractual al regalarle una camiseta del Paris Saint-Germain con su nombre inscrito en la parte trasera y el año 2050 como dorsal.