Los días pasan y la situación no cambia. El PSG no está dispuesto a vender a Kylian Mbappé. El jugador francés es el gran objetivo del Real Madrid en este mercado y pretende aprovechar que se encuentra en el último año de contrato, pero la entidad francesa no da su brazo a torcer y por ello no negocia por su estrella.
Mbappé tiene una decisión tomada desde hace tiempo: no va a renovar su vínculo con el PSG, que finaliza el 30 de junio de 2022. Lo sabe todo el mundo. Al Khelaifi, Pochettino, Florentino y también sus compañeros. Nada parece que le vaya a hacer cambiar de opinión, pero eso tampoco varía los planes en el Parque de los Príncipes, donde el dinero no es un problema.
El Real Madrid quiere aprovechar que Mbappé saldría gratis la próxima temporada para negociar una cantidad ‘asequible’ y firmarle ya. Pero el pensamiento en París está lejos de ese plan. La idea que se maneja en el club francés pasa por negarle su salida este verano y ganar tiempo. Es decir, prefieren dejar de ganar los más de 100 millones que puedan sacar por el delantero para tenerle un año más en sus filas e intentar convencerle para que alargue su contrato con el club al que llegó en 2017.
Desde París se piensa que Mbappé puede cambiar de opinión si se da cuenta de que en realidad seguir vistiendo la camiseta del PSG es lo mejor para sus ambiciones deportivas: ganar Champions y Balones de Oro. La renovación de Neymar, los fichajes de Achraf, Wijnaldum, Ramos y Donnarumma o la posible llegada de Pogba se consideran argumentos suficientes para hacer un equipo campeón que ilusione al delantero. Esa es su baza y quieren jugarla. El jugador lo respeta y lo asume con naturalidad.
¿Un plan B?
Mientras, el Real Madrid, que tiene el sí del jugador, espera por parte del PSG un cambio de opinión que seguramente no llegue. Ahí es donde puede aparecer un plan B con el nombre de Haaland, cuya llegada sería deseada para 2022. Pero los papeles podrían invertirse. El noruego podría aterrizar este verano y Mbappé llegar libre el siguiente.
Pese a que tras conocerse el acuerdo de la Liga con el fondo de capital CVC, que inyectará 2.700 millones, se podía pensar que eso facilitaría la llegada de Mbappé al Real Madrid, la realidad es que la situación no cambia demasiado. Los blancos se han encargado, al contrario de otros clubes, de hacer sus deberes y tener unas cuentas impecables que le posibilitaban acceder al fichaje. Esta nueva dotación (le permitiría invertir unos 37,5 en el límite salarial) ayudaría pero no es decisiva… sobre todo cuando el PSG se niega a vender.