La Premier League ha dado ejemplo en su lucha contra el racismo con una sanción ejemplar de tres años sin pisar un terreno de juego a un aficionado del Crystal Palace, que profirió insultos racistas a Heung-Min Son, que es el triple que la impuesta en España con el caso Vinicius.
La Premier League ha vuelto a demostrar, una vez más, que es la mejor competición doméstica del mundo. El racismo es intolerable en un campo de fútbol, y fuera de él, y la competición inglesa está castigando con bastante dureza a los aficionados que no sepan comportarse en un terreno de juego. Sus castigos superan por tres veces el caso Vinicius en Mestalla, por ejemplo.
La competición inglesa ha multado con tres años sin pisar un terreno de juego a un aficionado del Crystal Palace que profirió insultos racistas al futbolista coreano del Tottenham Heung-Min Son. Los hechos ocurrieron durante el pasado mes de mayo de la temporada pasada. Era el minuto 89, Son fue sustituido por Danjuma. Se marchó por el exterior del campo y tuvo que pasar por delante de la afición rival. Fue en ese momento cuando un aficionado le hizo unos gestos racistas.
El aficionado del Crystal Palace se declaró culpable desde el primer momento y en un principio fue multado con 1.384 libras y 60 horas de trabajos semanales. Pero los eagles afirmaron que ese castigo era insuficiente para dicho aficionado. Afirma The Guardian que con el trabajo del club londinense y la Policía Metropolitana, se ha logrado aumentar la sanción por racismo.
La Premier, el racismo y el caso Vinicius
«Agradecemos a la policía por su cooperación en este asunto. Nos gustaría reiterar que el club no tolera discriminación de ningún tipo y siempre buscará que se tomen las medidas más enérgicas posibles contra los responsables. Este caso demuestra que los delitos de odio en el fútbol no serán tolerados», afirmó el Tottenham en un comunicado.
Algo muy diferente pasa en España con los casos de racismo, donde Vinicius ha sido víctima de varios de ellos. El primero donde el brasileño del Real Madrid se vio envuelto fue el pasado mes de enero, donde cuatro aficionados del Atlético de Madrid colgaron un muñeco de un puente en Madrid con la camiseta de Vinicius y un lema que decía «Madrid odia al Real». Antiviolencia propuso multas de 60.001 euros y una prohibición de acceso a los recintos deportivos superior a los 2 años para los cuatro implicados.
Un mes después, un aficionado del Mallorca llamó «mono» a Vinicius en varias ocasiones y Competición decidió que la pena fuese de 4.000 euros de sanción y un año sin poder entrar a ningún recinto deportivo. El último episodio de racismo sufrido por Vinicius ocurrió en Mestalla contra el Valencia, cuya sanción ha sido inferior que la impuesta por la Premier.
La Policía identificó a tres aficionados en Mestalla y el Comité de Competición propuso 4.000 euros y un año de sanción sin entrar a ningún tipo de recinto deportivo. Por otro lado, una de las gradas de Mestalla estuvo cerrada de manera parcial durante tres partidos. En todo caso, la sanción es inferior a la que ha impuesto la Premier League contra un aficionado del Crystal Palace.
