El parón internacional de Fede Valverde está siendo de altura. Ya no porque juegue el próximo martes –21:00 horas– en La Paz, a más de 4.000 metros de altura, que también. El futbolista del Real Madrid jugó el sábado contra Argentina, perdiendo por 0-1 en Montevideo y jugando prácticamente todo el partido, pero el martes deberá volver a enfundarse la elástica de su selección para ser una vez más capital y tratar de dejar prácticamente sellado su billete al Mundial 2026.
Uruguay se enfrenta a una Bolivia que marca ahora mismo la zona de repesca, distanciada del resto de equipos que están por encima. Por ello, aunque la clasificación no sería matemática, sí que sería casi definitiva, puesto que se marcharían a 10 puntos cuando faltarían por jugarse 12. Eso sí, no será nada sencillo, pues si algo favorece siempre a la selección boliviana es jugar en La Paz, donde sus rivales sufren un mal de altura al jugar a más de 4.000 metros, faltándoles el oxígeno.
Valverde será fundamental para las aspiraciones de su selección, que se juega dejar casi resulta su presencia en el Mundial. A falta de cinco jornadas, están siete puntos por encima del puesto de repesca, por lo que la victoria les daría casi de manera matemática el pase entre los 48 equipos que disputarán la próxima Copa del Mundo.
El mediocentro del Real Madrid es una baza determinante para el cuadro celeste, pero llega sobrecargado de minutos. Sin apenas descanso en el conjunto blanco, donde hubo que hacerle un plan especial para cuidar su estado físico, perdiéndose tres partidos consecutivos, ahora le llega un parón en el que ha tenido que realizar un largo viaje a Montevideo y que culminará con otro a LaPaz, antes de regresar a Madrid. En total, más de 22.000 kilómetros a los que hay que sumar los 72 minutos disputados en la derrota ante Argentina y lo que juegue frente a Bolivia.
Valverde: fundamental con el Madrid y con Uruguay
Por si no fuera poco, estos dos encuentros llegan en el momento clave de la temporada. Con los títulos en juego y el Real Madrid más vivo que nunca en la pelea por el triplete, a Fede Valverde le toca asumir una importante responsabilidad con su selección, que es la de guiarla al Mundial 2026. Y a todo lo anteriormente citado, se le suman tanto la intensidad como el desgaste que supone jugar contra la campeona del mundo y, también, el hacerlo contra Bolivia a más de 4.000 metros de altura, donde se nota la falta de oxígeno.
Los dos encuentros de Uruguay en el parón internacional suponen un nuevo reto para un Valverde que, a pesar de toda la carga que lleva en sus piernas esta temporada, ha vuelto a demostrar que es incombustible. Y eso que tuvo que parar por temor a que aparecieran los problemas físicos y se rompiera. Se quedó sin jugar de manera consecutiva contra Girona, Real Sociedad y Betis, siendo los únicos partidos del Real Madrid del curso en los que no ha jugado.