Minuto 30 del Real Madrid – Osasuna. La rodilla de Militão hace crac y deja una imagen (y unos gritos) que aterroriza a todo el Santiago Bernabéu. Ancelotti se pone las manos en la cabeza. Después de Carvajal, el brasileño se rompe el cruzado. Para sustituirle, Raúl Asencio. El central de 21 años se estrena con los mayores. Indiscutible en el Castilla estas dos últimas temporadas, el momento ha llegado. Al canario no se le han temblado las piernas. En el 42′ de partido, desde su propio campo, el canterano manda un pase picado sensacional a Jude Bellingham. El inglés solamente tiene que picar el balón para poner el 2-0. Asencio sonríe y enloquece, ni él había soñado un debut así. «Desde que empecé a jugar al fútbol, debutar con el primer equipo era el sueño», decía el rookie después del encuentro.
El coliseo blanco aclama al británico, pero también a su nuevo pupilo. «¡Asencio! ¡Asencio!», exclamaban los madridistas. En apenas doce minutos, el 35 asumió un rol en la zaga en la defensa del Real Madrid y dio su primera asistencia con los mayores. Todos sus compañeros le abrazan, conscientes de lo que acaban de presenciar. Rüdiger estrena al joven defensa con sus ‘patadas’. «Es un acto de demostración de que el equipo es una familia. Me guardo este gesto en el corazón porque llevo muy pocos entrenamientos con ellos pero me han hecho sentir muy bien desde el principio», contaba Raúl.
Quien sigue al Real Madrid Castilla sabe que a Raúl Asencio le gustan este tipo de pases. Desde su campo, el zaguero no tiene miedo en mandar balones picados, o incluso filtrados, a sus delanteros. Un central con cualidades de 8. Especialmente rápido, Raúl es dotado de una gran poderío físico, sabe conducir el balón y no tiene miedo en juntarse a las ofensivas. Y lo ha demostrado contra Osasuna.
Además, es un líder nato. Cuando Gonzalo no está, el brazalete del Castilla es suyo. Aunque para él nunca hizo falta llevarlo para echarse los suyos a sus espaldas. El canario siempre muestra personalidad en cada minuto que disputa con la elástica blanca. Si no ha marcado ningún gol todavía como profesional, el central celebra sus recortes. En la primera victoria del curso del filial contra el Hércules, en los descuentos, Asencio fue decisivo al contrarrestar una ofensiva alicantina que pudo hacer el 1-1. Lo gritó como un gol.
Sus orígenes
Para entender esta fuerte personalidad, hay que viajar hasta las Islas Canarias. Raúl nació el 13 de febrero de 2003 en Las Palmas de Gran Canaria. Desde pequeño, el joven Asencio ha tenido un balón entre los pies. Inicio sus clases en el Veterano del Pilar, en 2011. Le sobraba talento. Un año después, la UD Las Palmas se hizo con sus servicios. Un año sirvió para que el niño pase de un club familiar a la gran cantera de su isla. Y el objetivo siempre ha sido el mismo: llegar a ser profesional, como sea.
En el 2017, tras destacar durante cinco años con los canarios, tocaba llegar a la península. Esta vez, fue el Real Madrid quien ojeó al central y decidió traerlo a la capital. En las categorías inferiores de La Fábrica, Raúl siguió con sus clases, paso a paso, sin quemar las etapas, y siendo importante en todos los equipos en los que ha estado. Siempre ha sido un patrón, un líder. No importaba en qué equipo estaba, Asencio era indiscutible en la zaga.
En la 2022-23, Raúl da el salto al RSC Internacional, el ‘ancestro’ del Real Madrid C. Para su primera temporada como profesional, en Tercera Federación, impecable. Si no marca ningún gol, el central demuestra que que no todo se trata de enjaular, sino estar donde tiene que estar. Con el RSC, Asencio y sus compañeros rozan el ascenso. Con 19 años, directo al Castilla.
La temporada pasada, más de lo mismo. El defensa es importantísimo para Raúl. Raras son las veces en la que el zaguero está en el banquillo o no disputa los 90 minutos. Su gran curso con el filial le catapulta a una nueva categoría de centrales. Durante el verano, el City Group se interesa por él. Petición del Girona y de Míchel. Las Palmas también lo quiere de vuelta. Sin embargo, el destino del canario se tiñe de blanco, quiere debutar en el Bernabéu.
‘Debutó’ con el primer equipo este verano, en la gira estadounidense, pero Asencio quiere más. Entonces, con el Castilla de Raúl González, las actuaciones siguen siendo notables. En crisis con las lesiones, Ancelotti decide darle una oportunidad contra Osasuna. En principio, banquillo. Pero la desafortunada lesión de Mili hizo que pasada la media hora de partido, el 35 se estrena. 12 minutos más tarde, asistencia.
“Es un sueño. Raúl Asencio no tiene techo”, cuenta su entorno al OK DIARIO. Contra todo y contra todos. Esa sería la frase para definir al jugador, que con 14 años abandonó su isla y su casa para cumplir su sueño de vestir la camiseta del Real Madrid. Humilde y trabajador, el futbolista quiere hacerse un hueco en el mundo profesional. Ahora, el central cambia de estatuto. Sin Militão, sin Tchouaméni, sin Alaba, Raúl Asencio apunta a compartir zaga con Rüdiger. Próximo examen, Butarque en dos semanas. A finales del mes, Champions en Anfield. Ahora o nunca.