Se confirmó la campanada. El Alcoyano mostró más moral que nadie y consiguió remontar al Real Madrid en los dieciseisavos de final de la Copa del Rey para eliminar al conjunto madridista. Los blancos vuelven a caer ante un rival de Segunda B y repiten el batacazo protagonizado en anteriores ediciones de la competición. Un torneo del K.O. que se lleva por delante de nuevo a las primeras de cambio a los blancos y que deja muy tocado, ya no sólo a Zidane, sino a toda la plantilla.
No es la primera vez que los madridistas caen en dieciseisavos. El Alcoyano se une a un selecto y meritorio club de equipos modestos que han sacado los colores al Real Madrid en la competición en los últimos años. De hecho, en las últimas 20 ediciones, el fracaso madridista en su primer partido copero se ha repetido en otras tres ocasiones.
El primero en dar la campanada fue el Toledo. En la temporada 2000-01, el Madrid de los Galácticos comenzaba su andadura en la competición en el Salto del Caballo. Como suele ser habitual en este tipo de encuentros, el entonces entrenador del conjunto madridista, Vicente del Bosque, disponía de sus menos habituales. Fruto de la relajación, los blancos no estuvieron a la altura y cayeron por 2-1.
Pocos años después, en la temporada 2008-09, el conjunto madridista repetía la historia. Esta vez, la eliminatoria se disputaba a doble partido y los blancos la tuvieron encarrilada en los minutos finales. El rival fue entonces el histórico Real Unión de Irún.
El conjunto de Segunda B se impuso en la ida por 3-2, en un partido marcado por el desmayo de De la Red, en el que fue su último partido como profesional. En la vuelta, los madridistas remontaron un 1-2 y se pusieron 4-2, pero la relajación al verse prácticamente clasificados -como en Alcoy- llevó al gol que les dejaba fuera en el último minuto.
El ‘Alcorconazo’, el más sonado
El más famoso de los batacazos del Real Madrid en Copa del Rey es el que se produjo en Alcorcón. Entonces, el conjunto alfarero era un desconocido a nivel nacional. En 2009, militaba en Segunda B -categoría que dejó esa misma temporada- cuando recibieron a un renovado Real Madrid con Pellegrini a la cabeza. Benzema, Guti, Van Nistelrooy o Raúl jugaron aquel encuentro.
El resultado era sonrojante al descanso, con un 3-0 que intuía un cambio radical tras el descanso. Sin embargo, la imagen de los blancos fue a peor, terminando con un 4-0 contra los de Anquela que fue irremontable en la vuelta. Los blancos no fueron capaces de pasar en el Bernabéu del 1-0, con un gol de Drenthe en el tramo final.
Fue la última vez que los blancos fueron humillados por un rival dos categorías inferior, aunque no la última que fueron eliminados ante un equipo de Segunda División B. En la temporada 2015-16, a pocas semanas de que Zidane se hiciese cargo del equipo, el Cádiz era el contrincante de los madridistas. Aunque se impusieron en el Carranza, Rafa Benítez incurrió en alineación indebida, al poner de inicio a Cheryshev, por lo que los gaditanos avanzaron a octavos.
El Alavés, primera debacle ‘moderna’
El precedente más antiguo al que remontarse, es el de la temporada 1997-98. Aquel año, el Real Madrid ganaría su séptima Champions League, 32 años después. Pocos podían imaginarlo meses antes, cuando el Alavés, que militaba en Segunda, le eliminó en octavos de final a doble partido.
Los vitorianos, hoy asentados en la máxima categoría, iniciaron una época gloriosa que les llevó a disputar en 2001 una final de la Copa de la UEFA a costa del conjunto blanco. Los babazorros alcanzaron los cuartos de final después de ganar 1-0 en Mendizorroza y hacerlo valer en el Bernabéu pese a caer por 2-1 contra el equipo de Jupp Heynckes.
Esta temporada, es el Madrid de Zidane el que se ve apeado de la Copa de manera temprana. El técnico seguirá sin romper su maleficio, al menos, una temporada más. El Alcoyano pasa a formar parte de la historia negra del club, tras una sorprendente clasificación ante los blancos.
La historia se repite 12 años después del ‘Alcorconazo’. El nuevo formato de la Copa del Rey, a partido único, favorece el espectáculo y le da un toque épico, que obliga a los grandes a no relajarse para no verse sorprendidos. Los de Zidane han mostrado una imagen pésima en Alcoy que han terminado pagando ante un rival que ha creído más que ellos y que vuelve a hundir al club en una competición a la que no terminan de cogerle el punto.
