El nuevo Bernabéu se encuentra en un momento frenético de obras. Con casi tres semanas por delante sin fútbol programado en el estadio, los operarios están sprintando para completar varios trabajos que son fundamentales para que el coliseo blanco esté listo para su reestreno durante el próximo mes de diciembre de 2022.
Uno de los pilares del estadio consistía en modernizar todas las zonas interiores y vaya si se están esmerando en ello. El proyecto del nuevo estadio incluye una piel envolvente luminosa que hará que no penetre ni el frío exterior ni ningún otro tipo de condicionantes meteorológicos. A cambio, el Real Madrid está ganando metros y metros dentro de su estadio con la eliminación de todo tipo de cristaleras ganando un aspecto más moderno para el estadio.
La idea del nuevo Bernabéu es replantear todos los accesos haciendo torres por los laterales y nuevas escaleras que faciliten el acceso a las gradas, pero limitando las zonas de tránsito del público colocándose diferentes miradores y tiendas que harán del estadio madridista un lugar de vanguardia. El club tiene un especial empeño en que el Bernabéu sea un lugar atractivo y muy fotogénico y va a impulsar que cada rincón tenga un carácter único.
El club ha decidido eliminar kilómetros y kilómetros de cristaleras que estaban presentes en la grada baja y en el segundo anfiteatro. Además, se han instalado una serie de escaleras nuevas con el objetivo de que haya mucho metros cuadrados libres donde poder establecer restaurantes y comercios.
Con este plan, el Real Madrid espera que su estadio pueda acoger todo tipo de eventos a partir de 2023 y que el Bernabéu se convierta en una fuente de ingresos adicional muy importante, al nivel del dinero que reciben anualmente por los derechos televisivos. Por lo pronto, el Bernabéu se está quedando desnudo a la espera de una piel envolvente que le va a dar otra cara mucho más moderna.