Mbappé tardó siete años en llegar al Real Madrid para ser importante en partidos como el que medirá a los blancos contra el Liverpool en Anfield. En noches diferentes, donde los grandes jugadores se ponen sus mejores galas y suelen marcar la diferencia. Y el francés tiene que ser uno de esos futbolistas que tiren del rey de Europa en noches como la que se vivirá en un escenario único en el mundo del fútbol.
El Real Madrid llega a Liverpool tocado. Muy tocado. En lo clasificatorio, además, con urgencias. Con seis puntos de 12 posibles en su casillero, en la posición 18, muy alejado de los ocho primeros, el gran objetivo cuando empezó esta competición tan renovada, y tras haber caído con estrépito frente al Milan en el estadio Santiago Bernabéu. En cuanto a la enfermería, tan bien van bien cargados. A las bajas ya conocidas de Carvajal, Militao, Alaba, Tchouaméni y Rodrygo, se sumó tras el encuentro contra el Leganés la de Vinicius. Tres semanas sin el brasileño. Y con esta situación tan compleja, el club, Ancelotti y sus compañeros esperan que emerja la figura de Mbappé.
Le ha costado a Kylian ser Mbappé, pero tras este último parón de selecciones, donde se llegó a un acuerdo con Deschamps para que no acudiese a la llamada de Francia y, de esta forma, poder seguir preparando el cuerpo y descansado la mente, se vio una versión mucho más mejorada del francés en Leganés, donde hizo un gol, pero especialmente mostró otra chispa jugando en banda izquierda.
Y es que, Mbappé es de izquierda. Y que nadie se lleve esto a lo político. Sólo estamos hablando de fútbol y dentro del campo el francés se siente feliz jugando en el flanco zurdo. Partiendo desde esa posición en diagonal hacia el área es donde más peligro genera. Ahora, sólo le queda empezar a afinar su puntería. En Leganés marcó uno, pero pudieron ser más.
Mbappé busca la felicidad
Lo que tienen claro en el Real Madrid es que este es el menor de los problemas. Lo más importante para el club es que el galo recupere la sonrisa que le robaron en el PSG, donde fue infeliz y tuvo que soportar un sinfín de presiones que, quién sabe, algún día se conocerán. Y por Valdebebas se congratulan porque poco a poco se va viendo al mejor Mbappé. Todavía está lejos de su mejor nivel, pero ya empieza a marcar diferencias.
Ante el Liverpool, sin Vinicius, llevará todo el peso ofensivo del Real Madrid. De su acierto y su juego dependerá gran parte del devenir del equipo ante los ingleses. Una gran noche en un escenario como Anfield puede ser el impulso definitivo que necesite el francés para empezar a despegar vestido de blanco.