Kylian Mbappé está desde este lunes concentrado con la selección francesa de fútbol para disputar un par de amistosos ante países africanos en este parón. A su llegada a la concentración con los seleccionados por Didier Deschamps, se topó con su amigo Paul Pogba, al que dejó una simple frase que traerá cola de nuevo con respecto a su futuro, el Paris Saint Germain y el Real Madrid, el que parece que será su nuevo club de cara a la temporada que viene.
El internacional francés, entre risas y justo en el momento de su abrazo , dice a Pogba al oído la siguiente frase: «J’en ai trop marre (Estoy bastante harto)». Unas pocas palabras que dado el entorno y situación del delantero galo puede decir mucho. Su momento en París es delicado.
El delantero ha rechazado todas y cada una de las ofertas de renovación que les ha presentado el club parisino y en las últimas semanas se ha sucedido su eliminación de la Champions League a manos precisamente del Real Madrid y este pasado fin de semana una sonrojante goleada ante el Mónaco por 3-0, con doblete de Ben Yedder, también presenten en el momento en que Mbappé pronunciaba esas palabras a Pogba en el corrillo que formaron a su llegada.
No cabe dudas de que la situación de Mbappé debe ser incómoda en este último año de contrato. La presión a la que está sometida deportivamente es altísima. Este año el PSG ha hecho una fuerte inversión, otra vez, para dar un salto de calidad pero se han topado con lo mismo: irregularidad en la Ligue 1 y otro batacazo en Europa. Pese a los grandes fichajes, el francés siguió siendo el líder y el que tiró del barco ante el Real Madrid, autor de los dos goles de los franceses en la eliminatoria.
El PSG lleva prácticamente dos años detrás del galo para que acepte alguna de las ofertas de renovación que le han ido planteando para que extienda su contrato. Éste ha ido rechazando una a una todas las propuestas, por más que han ido subiendo a nivel económico, única variable que han sido capaz de cambiar. Pese a esto, Mbappé se ha plantado y no renovará, dejando vía libre para elegir su futuro este verano, con el Real Madrid como aparente y único destino para desembarcar.
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La derrota ante el Mónaco dejó entrever la desunión existente en el vestuario del PSG, roto y golpeado tras la eliminación europea, débil ante un cuadro monegasco que les pasó por encima sin apenas oposición. En Francia ya se habla de la división y tensión que existe actualmente en el vestuario parisino entre los dos sectores, por un lado el sudamericano e hispanohablante, y por otro los de habla francesa. Mbappé llegó a expresar que «debemos seguir siendo profesionales y respetarnos unos a otros». Mauricio Pochettino también está en la diana por su incapacidad ante la gestión.
Es cierto que también está siendo duro para el jugador la constante fijación que hay en torno a él. Cada movimiento, cada gesto, cada declaración, es analizada al detalle para darle sentido y buscar o encontrar algo que invite a dilucidar qué color tomará su futuro. Todo apunta al Real Madrid pero hasta el momento el jugador se ha mantenido respetuoso con su actual club, posponiendo hasta el final de temporada una decisión que dará que hablar, donde el equipo blanco parece el gran beneficiado de esta etapa que acaba para el galo en el Paris Saint Germain. Ese hartazgo tiene factura, y le saldrá cara al equipo de Nasser Al-Khelaifi.
