Kylian Mbappé acude al rescate del París Saint-Germain y despeja en el descuento todas las dudas generadas a lo largo de un encuentro ante el Stade Rennes que apuntaba ya al empate. En la previa al partido de Champions contra el Real Madrid, el gran deseado del conjunto madridista fue el encargado de solventar el partido y regalarle los tres puntos a los de Pochettino, con un solitario gol.
La distancia de 13 puntos que guardaba respecto al segundo invitaba a pensar que Mauricio Pochettino podía guardar fuerzas de cara al enfrentamiento del martes. No fue así. El argentino únicamente se guardó, de lo que tenía disponible, a Nuno Mendes y Di María. Eso sí, tenía numerosas bajas como la de Danilo Pereira, Gueye, Ramos o Neymar. Aún así, contaba con pólvora más que de sobra para sacar sin problemas el partido, contando con la dupla formada por Messi y Mbappé, a la que acompañó el ex canterano del Barça Xavi Simons, con jugadores como Paredes o Verratti en el centro del campo.
El dominio del PSG fue prácticamente total, aunque a la hora de encontrar la manera de generar peligro al Rennes reinaba la anarquía y no terminaban de encontrarse. Sólo el propio jugador francés conseguía amenazar –y de qué manera– la portería rival, pues acabó el partido además de con el gol, con otro anulado y un balón a la madera. Cierto es que el muro que plantaron los visitantes sobre el verde dificultó mucho la construcción en los últimos metros.
Pero, de igual modo se notaba que los parisinos estaban a otra cosa. De hecho, las ocasiones más claras que se dieron durante la primera parte fueron para el Rennes, que en cada oportunidad que tenían para montar el contragolpe, lograban hacer daño. A punto estuvieron de adelantarse con un cabezazo que se marchó lamiendo el palo de un Keylor –titular una vez más por delante de Donnarumma– que se quedó clavado.
Pasaron los minutos y, según se acercaba el partido al final, daba la sensación que sólo una acción de uno de los cracks que tiene Pochettino en su plantilla iba a ser capaz de desequilibrar el encuentro. De hecho sucedió, cuando Messi aprovechó un desmarque de Mbappé para meterle el balón al espacio. Se plantó el pretendido por el Madrid ante el meta, se zafó de él y marcó, pero estaba ligeramente adelantado.
Dio entrada el técnico a Di María, Wijnaldum o Mendes, aprovechando también para dar descanso a Paredes o a un Achraf que se medirá el martes al equipo en el que se formó. Con mayor profundidad, comenzó a apretar de verdad el PSG y, pese a que el acoso y derribó llegó tarde, al final terminó dando resultado. En el 93′ cuando sorprendentemente el Rennes no se conformaba con el empate y se marchó al ataque, aprovechó el rival del Real Madrid para salir en tromba al contragolpe y resolver el trámite.
