El Liverpool se lleva una sufrida final de la FA Cup ante el Chelsea, decidida desde el punto de penalti, tras 120 minutos en los que ninguno de los dos equipos logró romper el 0-0 inicial. La tanda de penaltis decidió la final de la histórica competición. En ella, Azpilicueta mandó al palo su lanzamiento, pero tampoco estuvo acertado Mané, en el quinto y definitivo. Sin margen de error fue Alisson el que metió el guante para detener el potente tiro de Mount.
A falta de dos semanas para la cita de París, el Liverpool tenía la opción de ganar su segundo título del curso. Tras imponerse al Chelsea en penaltis en la final de la Copa de la Liga, los de Klopp se medían al mismo rival en la pugna por la FA Cup. El torneo más antiguo del mundo del fútbol celebraba su 150 aniversario y lo hacía con dos de los mejores equipos actuales de Inglaterra midiéndose en Wembley. Un encuentro en el que los de Anfield tenían que ir con todo y corrían el riesgo de perder efectivos para la Champions.
Si en la última jornada de la Premier fue Fabinho quien se tuvo que retirar al sentir un pinchazo en los isquiotibiales, ahora fue Salah quien abandonó antes de tiempo el partido. Es lo que tiene el disputarte a estas alturas de la temporada los títulos. Mientras que el Real Madrid sentenció hace dos semanas la Liga, su rival en París mantiene aún la pugna con el City por el campeonato, donde está obligado a ganar para no ceder en la lucha por el triunfo final.
Al partido le faltaron ocasiones hasta el tramo final del partido. Restando poco más de 20 minutos, el Liverpool incrementó el ritmo y comenzó a comerse a un Chelsea que empezaba a acusar en exceso el paso de los minutos. Sostenidos por Mendy y los palos, el encuentro se fue a la prórroga. Y eso que las tuvieron los de Anfield con claras oportunidades de Robertson y Luis Díaz.
Resolvieron los penaltis
La prórroga empezó con el desconcertante cambio de Van Dijk, tanto como lo era su cara en el banquillo. Quién sabe si por molestias o por reservarle para esta fase definitiva del curso. Durante la media hora de alargue, nadie fue capaz de romper la igualada. El Chelsea consiguió aguantar hasta los 11 metros, haciéndole de paso un favor al Real Madrid desgastando más a los de Klopp.
Comenzaron lanzando los blues, que fueron también los primeros en fallar, por medio de Azpilicueta en el que fue el segundo penalti para el equipo. En el quinto del Liverpool, que era el definitivo si lo marcaba Mané, apareció Mendy para forzar la muerte súbita, donde de nuevo volvió a fallar el equipo de Tuchel. Mount lanzó un potentísimo penalti para el que sacó una mano espectacular Alisson. Tsimikas transformó después para hacer campeón de la FA Cup al conjunto red.