Eden Hazard ya vuela, ya va hacia arriba, ya decide. Le costó al belga arrancar esta temporada tras su aterrizaje al Real Madrid y una nueva competición como LaLiga, dos nuevos escenarios a los que se debía amoldar tras media carrera futbolística en Londres de la mano del Chelsea. Lo está demostrando en suelo español y lo demostró también en territorio ruso con la selección belga, tumbando a Rusia por 1-4, en un partido decisivo por el primer puesto del Grupo I al que aspiraban ambos combinados.
Hazard fue decisivo en este triunfo para los Diablos Rojos con dos goles y una asistencia para su hermano Thorgan, lo que supuso el 0-1, 0-2 y 0-3 para los belgas. El mediano de los Hazard, en una jugada muy al estilo de Eden y tras pase de éste, abría el marcador para Bélgica. Después, llegaría el momento del 7 del Real Madrid, poniendo en alza su buen momento con el cuadro blanco y exportándola con su selección.
Un balón colgado al área en búsqueda de Lukaku sería rechazado por la zaga rusa a la frontal. Allí, esperando eso mismo y completamente solo estaba Eden Hazard. Al belga el cayó el balón del cielo, perfectamente medido para una volea precisa e imparable para el meta local. Era el 0-2 y Hazard seguiría haciendo de las suyas poco después. Fue un regalo de Kevin De Bruyne el tercero y segundo de Eden: contra que llevaría el jugador citizen hasta el cara a cara contra Marinato, cediendo en el último momento para Hazard que acompañaba la jugada, marcando a placer en San Petersburgo.
De dulce con el Madrid
Eden Hazard se fue con la selección belga tras firmar sus mejores minutos con el Real Madrid ante el Eibar en Ipurúa. El 7 blanco fue el que llevó las manijas del cuadro de Zidane y el auténtico artífice del peligro ante los armeros, que siempre partió desde la izquierda, su banda. Suya fue la jugada que llevó al penalti que transformaría Sergio Ramos, tras el que ya había subido en el marcador gracias a Benzema. Recital de movimientos, gambetas, regates y pases que llenaron al aficionado blanco.
Hazard comienza a ser Hazard, comienza a volar y a flotar por el campo con si virtuosismo, ese que doblega al rival y al que es capaz de sacar partido en cada envite. El belga ha logrado alcanzar velocidad de crucero y es esa misma la que le ha llevado a estar temporada tras temporada entre los mejores del mundo. Aquí empieza a marcar sus propias diferencias.