Copa del Rey: Real Madrid-Celta

Güler y Endrick no entienden de injusticias

Endrick y Güler, tantísimas veces obviados por Ancelotti, salvaron al italiano en los octavos de final de la Copa del Rey

Mbappé, otra vez, fue el mejor jugador del Real Madrid en la victoria contra el Celta en los octavos de final de la Copa del Rey

Endrick salva a Ancelotti

Endrick Güler
Endrick y Güler. (Getty)

No les da minutos. No les deja crecer. No pueden mostrar todo lo que llevan dentro, pero, sin embargo, han salvado a Ancelotti. Curioso, cuanto menos. Arda Güler y Endrick fueron los protagonistas del gol de la victoria del Real Madrid contra el Celta en los octavos de final en la prórroga. Tras el esperpento, llegó la genialidad del turco y el instinto de asesino del brasileño. Luego llegó la tranquilidad con un golazo de Valverde, pero el más difícil fue obra de los niños.

Güler cogió la pelota y mientras a muchos les temblaban las piernas, filtró un pase que llegó a Endrick, que se giró, soltó un zurdazo e hizo un auténtico golazo para poner el 3-2 en el marcador. Se volvió loco en la celebración y no era para menos. Se hizo justicia con ambos.

Endrick y Güler, decisivos

Ya en el tramo final de la prórroga, Endrick decidió que quería seguir demostrando que merece mucho más y, sobre todo, que se le caen los goles, marcando el quinto con un taconazo simplemente espectacular.

Este sí es Mbappé

Es, simplemente, buenísimo. Siempre lo ha sido, aunque le ha costado mostrarlo vestido de blanco. Pero ahora, Mbappé ya está totalmente adaptado y se ha convertido en el alma de un Real Madrid que necesita líderes. Sin Bellingham, fundido y suplente frente al Celta en los octavos de final de la Copa del Rey, el galo tiró del carro para llevar a los de Ancelotti a cuartos de final de la competición copera.

Se le vio enchufado desde que comenzó el encuentro, aunque no fue hasta pasada la media hora cuando puso su sello en el partido. Tras una jugada más que polémica, ya que el Celta reclamó lo que pareció un claro penalti de Lunin que nadie vio, ni el árbitro de campo ni el VAR, los blancos montaron una contra que Mbappé definió con un potente disparo cruzado que besó las redes celestes.

También fue capital en el segundo gol, en el de Vinicius, ya que de sus botas nace la jugada de la diana con un buen pase a Brahim que el internacional marroquí hizo bueno asistiendo al brasileño, que no falló. Luego, pudo marcar otro gol, de cabeza, pero su remate se marchó alto. Momento en el que la grada aprovechó para corear su nombre.

También se dirigió en varias ocasiones a su afición. Una de ellas fue tras el gol que abrió el marcador, cuando se acercó a un lateral, señalándose el escudo y negando con el dedo. Venía a decir que a los del Real Madrid no se les debe pitar. También pidió el apoyo de la grada. Ancelotti le echó de menos en la prórroga, pero quién iba a pensar que el Celta iba a igualar el 2-0.

Asencio puso un borrón

Lo ha entendido perfectamente el canterano, que es pura garra. Y así, se ha metido a todo el Bernabéu en el bolsillo. Estaba deseando la parroquia madridista verle de inicio y Ancelotti les dio el gusto. Le puso en el centro de la defensa y el canario tuvo claro lo que debía hacer.

Como en todos sus partidos anteriores, estuvo impecable en el centro de la defensa junto a Rüdiger. Contuvo las embestidas del Celta y fue al cuerpo a cuerpo en varias acciones en las que siempre salió victorioso, para deleite de los presentes. Todo iba perfecto para el canterano, hasta que en el último minuto del encuentro cometió un claro penalti sobre Bamba que Marcos Alonso transformó para hacer el empate a dos y provocar la prórroga. No todo iba a ser perfecto.

El partido de Tchouaméni

Es evidente que el madridismo está muy molesto con el rendimiento de Tchouaméni. La pitada que se inició contra el Milan se reprodujo frente al Celta. Desde que su nombre sonó por megafonía comenzó una bronca que continuó cada vez que tocaba la pelota, aunque con el paso de los minutos fue yendo a menos hasta pasar totalmente inadvertido. El galo, de hecho, cortó un balón capital que podría haber acabado en gol, aunque también tuvo dos pérdidas de esas que cuestan disgustos.

Hay que abrir el melón Camavinga

Estuvo mal en el Clásico de la Supercopa de España, donde cometió un penalti a favor del Barcelona y se jugó la expulsión en la primera mitad. Fue suplente en Copa del Rey contra el Celta y cuando salió perdió un balón que propició el primer gol de los gallegos, que terminaron forzando la prórroga. En definitiva, el francés es otro de los que debe mejorar con urgencia.

Las notas del Real Madrid

  • Lunin: 6
  • Lucas Vázquez: 6
  • Rüdiger: 6
  • Asencio: 6
  • Fran García: 6
  • Tchouaméni: 5
  • Ceballos: 6
  • Modric: 6
  • Brahim: 7
  • Vinicius: 7
  • Mbappé: 9
  • Arda Güler: 8
  • Endrick: 8
  • Valverde: 7
  • Camavinga: 4
  • Endrick: 8
  • Rodrygo: 6
  • Ancelotti: 5

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