El Manchester City de Pep Guardiola ha resurgido este sábado con una goleada ante el Newcastle gracias al partidazo que se marcó Omar Marmoush. Y es que uno de los fichajes de los ‘citizens’ en este mercado de invierno hizo un hat-trick en apenas media hora para avisar al Real Madrid (4-0) antes de jugarse su pase a octavos de la Champions en el Bernabéu.
Erling Haaland dio el susto en el tramo final del partido con un mal giro de rodilla. El noruego encendió las alarmas en el estadio Etihad. Fue atendido sobre el césped, entre visibles gestos de molestia, pero se levantó, tomó camino del banquillo sin cojear ni nada, con toda la calma del mundo, y fue cambiado por Guardiola.
Con este triunfo, el conjunto de Mánchester se coloca cuarto en la Premier para volver a las plazas que dan acceso a la Liga de Campeones. Ha ganado cinco de sus últimos siete encuentros ligueros, ridiculizado en ese recorrido por el Arsenal (5-1), pero relanzado por su triunfo este sábado, cuyo valor alcanzó aún más dimensión por la derrota del Chelsea contra el Brighton (3-0) este mismo viernes.
Se trataba de una ocasión importante para el City. También para el Newcastle, que encaraba el partido con los mismos 41 puntos. Separados del campeonato hasta lo imposible, la clasificación para la Champions del curso que viene es el aliciente, el objetivo limitado, pero también indispensable para un club tan millonario y tan potente como la plantilla de los ‘citizens’, por más que este curso parezca de transición.
Hoy por hoy, es una realidad su riesgo de quedarse fuera incluso de la Champions para el Manchester City, pero menos desde este invierno, cuando contrató a Marmoush, y menos desde este sábado, cuando demostró su superioridad contra un rival directo como el Newcastle, al que maniató desde el principio con una posesión apabullante, sin la necesidad de exponerse en defensa, la línea con más quebraderos de cabeza ahora en el equipo.
Numerosas bajas en el City
Sin Rubén Dias ni Aké, fuera del duelo, aparte de Akanji, con seis cambios en la alineación del pasado martes a este sábado (Rico Lewis, Marmoush, Khusanov, Nico González, Foden y Gundogan), en el debut de Nico en la ‘Premier League’, el Manchester City apenas dio opción al Newcastle, al que dominó, al que presionó, al que atacó y al que rompió en defensa, a la espalda de su retaguardia, con Marmoush como figura incontestable.
Es un recurso formidable el atacante egipcio, autor de 37 tantos en 67 duelos antes con el Eintracht y ahora de tres en cinco choques con el City. Fichado este invierno por 75 millones de euros, suplente el pasado martes contra el Real Madrid, su primer tiro de este sábado se marchó fuera, pero el segundo ya fue gol, al minuto 19, en la segunda oportunidad suya y de su equipo, nacida desde el portero Ederson, cuyo golpeo es también incuestionable.
Dos toques. No necesitó más el equipo de Guardiola. El primero fue del guardameta brasileño, un zurdazo perfecto al espacio y al desmarque de Marmoush, inalcanzable para Trippier e imparable para Dubravka, al que pilló a media salida y superó por alto en el segundo impacto con el balón de la jugada. Merecido. Sin una sola noticia del Newcastle.
Marmoush, una pesadilla para el Newcastle
Marmoush fue un dolor de cabeza para el Newcastle. En el minuto 23, con una gran maniobra, ágil y preciso, alojó su derechazo junto al poste para el 2-0. En el 32, tras una acción de Savinho por el flanco izquierdo del ataque del City, transformó el 3-0 dentro del área en un remate tan plácido que invita al análisis a su rival, desbordado y desnortado en el estadio Etihad.
Al quinto partido no sólo marcó su primer gol, sino que añadió dos más, tan decisivo como pensó el Manchester City cuando fue a por él en el mercado de invierno, preparado para tomar la titularidad, si Guardiola lo considera oportuno, en un escenario como el Santiago Bernabéu, en la resolución de una eliminatoria con una desventaja mínima y en el mejor escaparate del planeta de del fútbol: la Liga de Campeones. En el minuto 75, fue sustituido.
Después, McAtee anotó el 4-0 al rematar un saque de esquina. Un impulso para el City, que tembló cuando Haaland cayó al suelo por un mal gesto en su rodilla. Se quedó, aparentemente, en un susto.